En su taller de calle Libertad al 800, el luthier Aldo Merlino estudia exhaustivamente los detalles de una guitarra a punto de terminar. Se trata de una de las últimas en las que está trabajando luego de 66 años de ininterrumpidas obras de arte.

Y es que a sus 84 años- en julio cumple 85- don Merlino decidió retirarse del arte de crear guitarras, esas que le valieron el reconocimiento de artistas de primer nivel nacional como Los Chalchaleros, Los Cantores del Alba, Jorge Cafrune, el Chaqueño Palavecino y Jorge Rojas, entre tantos otros.

De hecho, Jorge Rojas señaló hace unos días en el Festival de la Buena Mesa que al enterarse de que Don Aldo dejará de hacer guitarras le pedirá una más, la última. “Tengo un montón de sus guitarras pero no me conformo, son hermosas y tienen una sonoridad sinigual. Todos tenemos una guitarra suya, yo tengo una colección completa”, dijo Rojas.

“Dejo porque a través de los años he llegado a una determinada calidad y no quiero que el paso de los años la haga decaer”, sostiene el luthier. Sin embargo, los grandes músicos del país pueden quedarse tranquilos: “Mi hijo Alberto seguirá con el taller, hace años que está haciendo guitarras y no hay diferencias con las mías, así que el negocio va a quedar en buenas manos”, asegura Merlino.

Siempre en el taller

Pese a que dejará de hacer sus preciadas guitarras, don Aldo seguirá trabajando en su taller, aunque lo hará en su hobby: el encabado de cuchillos, obras para las cuales ya tiene clientes y coleccionistas.

“Es como una terapia para mí-asegura-, no es lo mismo que hacer instrumentos. Y con eso voy a seguir en actividad que eso es lo que a uno lo mantiene con la mente despejada”. Aunque agrega: “Tal vez siga haciendo las bocas de las guitarras que llevan tantos filetes de madera, la cosa no es decir dejo y chau”, dice con una sonrisa.

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Después de crear tantas guitarras, ¿sabe tocarla?

No,-dice sonriendo-, sé lo más importante qué es cómo hacer un diapasón para que la afinación sea perfecta. No tuve tiempo, fui unos tres meses a aprender, ya sacaba algunos temas pero después se me atoró el trabajo. Una vez Eduardo Falú me dijo que sería importante que yo aprenda a tocar la guitarra para poder hacerlas mejor. Le contesté: “Yo trato de interpretar lo que quiere el artista y lo hago, usted que es un guitarrista mundial, ¿por qué no se hace sus propias guitarras?”.  Me dijo: “¿Sabe que tiene razón?”.

El sucesor

Alberto Merlino será el encargado de continuar la obra de su padre. Admite que tiene consigo la responsabilidad de mantener la calidad y el estilo de la obra del maestro. “Creo que la retirada va a ser un poco como la de Los Chalchaleros”, dice entre risas.

Desde los 18 años Alberto acompaña a don Aldo haciendo instrumentos. “Es difícil trabajar con un padre, porque ellos quieren conservar sus ideas y uno tiene las propias. Uno ha adquirido todas sus investigaciones, pero a la vez uno busca aplicar otras cosas que se ven en el mundo y a través de internet”, dice el sucesor.

“Es un gran lutier y una bellísima persona”

En el último Festival de la Buena Mesa el cantautor Jorge Rojas le dedicó una canción y un reconocimiento a don Aldo. Luego en conferencia de prensa refirió a cómo lo conoció.

“Apenas comencé a cantar ya nos llegaban las noticias de las guitarras de don Aldo. Les ha hecho instrumento a los grandes artistas de la música popular, todos nos enteramos de eso y venimos a San Francisco a buscar una obra suya”, expresó el cantante.

“Me contó que estaba haciendo sus últimas guitarras-prosiguió- entonces le dije que voy a venir a visitarlo pronto porque quiero tener una más. Sabemos que es uno de los luthiers más grandes de Latinoamérica. Lo quiero mucho, más allá de que es un gran luthier es una bellísima persona y su familia también”.