El merendero Sonrisas para un Niño, ubicado sobre Calle 3 a metros de Calle 16 de barrio Acapulco (Josefina), sigue adelante con su trabajo para alimentar a más de 60 niños y adolescentes del sector: hace unos días llevaron adelante un nuevo taller de huerta para que los chicos que asisten al lugar aprendan a sembrar sus propios alimentos. Y las semillas comenzaron a germinar.

Cabe recordar, que desde hace unos cinco años llevan adelante una huerta que les permite obtener algunos de los alimentos que utilizan para brindar la cena semanalmente, comida que se suma a la merienda que otorgan tres veces por semana.

"Cuando querés y podés se puede. Ya reventaron algunas de las semillas. Sonrisas para un Niño no es solo un espacio de comidas y meriendas. Es un espacio de contención y de enseñanzas, y un lugar para aprender a ser buena persona y emprendedora, sobre todas las cosas", escribió con felicidad Norma Vocos, quien está al frente de este espacio, acompañando sus palabras con fotos  de los chicos.

Entre ellas, la de Paulina, de 4 años, que todos los días riega sus plantitas con mucho amor y le enseña a su mamá a hacerlo. También hay fotos de Santi, el más pequeño, que desde los cuatro meses vive con su abuela y sus pequeñas tías, la cuales aprendieron a cuidarlo. Santi tiene 2 años y Noe, su tía, 9.

Vocos recordó que el proyecto de la huerta propia empezó hace unos cinco años a partir de una iniciativa de Pablo Curró, un sanfrancisqueño que siembra sus propias frutas y verduras, donando los excedentes, e intentando replicar esa idea en nuevos lugares. Y también con la colaboración de Marcelo Valverde, titular de Red Solidaria San Francisco. 

"Acá el proyecto siguió con el ProHuerta y este año quisimos que los chicos pudieran crear y tener sus propias huertas en sus casas y que pudieran enseñarles a sus familias para que puedan conseguir su propia comida, su propia verdura. Estamos viviendo tiempos difíciles, donde todo está muy caro, entonces con nuestra propia cosecha tenemos para comer y eso es lo que nosotros les enseñamos a ellos", contó la mujer.

Más de 60 chicos que asisten a un merendero aprendieron a sembrar sus propios alimentos

Entre otras cosas, a los chicos se les enseñó a sembrar. Así, cada uno colocó sus semillas en vasos, frascos y macetas. También a regar los plantines y a trasplantarlos.

"Ellos están muy contentos. En estos días en el merendero hemos tenido una charla donde les enseñamos cómo pueden hacerlo ellos mismos y para que también puedan enseñarles a otras personas", dijo Vocos.

Primeras plantitas

Por estos días, los chicos son fotografiados para registrar el proceso de crecimiento. Cuando sea el momento, cada chico sacará el plantín de la maceta y lo llevará a la tierra. Ahí será la ocasión de incrementar los cuidados para cosechar sus frutos.

"Estamos contentos y muy agradecidos con la iniciativa, es algo muy bueno para ellos. Ya a muchos les ha nacido la plantita, en los próximos días ya serán trasplantadas. Pablo Curro, el año pasado nos trajo una revista donde enseña cómo plantar la semilla, el tiempo que le va, el riego y cómo cosechar, entonces nosotros en base a ese libro les enseñamos a los chicos", manifestó Vocos.

Seguidamente, agregó: "Ellos están muy entusiasmados de ver crecer esa plantita. Estoy muy contenta. Yo también animo a otros niños a que ellos puedan hacerlo. Queremos que ellos puedan ver que el merendero no es solo un lugar para venir a tomar la merienda o a cenar".

Más de 60 chicos que asisten a un merendero aprendieron a sembrar sus propios alimentos

Cómo ayudar

Sonrisas para un Niño asiste a unos 65 niños y adolescentes. En la actualidad, el más pequeño tiene apenas un año, mientras que el más grande tiene 15. En el lugar, se brinda merienda los lunes, miércoles y viernes a las 18. Éste último día, también, se da la cena.

Para poder llevar adelante la tarea, es imprescindible contar con alimentos. En ese sentido, desde este espacio necesitan puré de tomate, fideos, arroz, leche, cacao y azúcar, entre otros productos alimenticios, tanto para preparar las meriendas como las cenas.

"Tenemos muchos chicos, cada vez se suman más. Es una etapa difícil, las cosas están muy caras, tenemos chicos con padres separados, con mamá sola, que necesitan. Necesitamos la colaboración de la gente. Vivimos en un barrio complicado, pero eso no quiere decir que no sea un barrio con gente trabajadora y honesta", sostuvo Vocos.

Para colaborar, las personas interesadas pueden llamar al teléfono (03564) 15638626 o acercarse a Calle 3 esquina 16, barrio Acapulco.