Con la llegada del Día de la Madre, la mayoría de las familias se preparan para atravesar un fin de semana muy especial, cargado de amor y buenos momentos. Un abrazo, un beso, una larga mesa que los reúna y la maravillosa posibilidad de disfrutar de ese lazo único.

Sin embargo, el panorama es otro cuando en esa mesa tan especial falta un hijo o una hija. Ese vacío para una madre es irremplazable y el día se transforma en cientos de recuerdos imborrables.

Dora Sambade y Clara Beatriz Marasini abrieron las puertas de sus casas para contar cómo sobrellevan el día a día sin un ser querido, pero además invitaron a las familias del dolor que se animen a participar de los encuentros del Grupo Renacer de Frontera, del cual forman parte, que tiene como fin contener a los padres de los jóvenes fallecidos.

El valor de estas mujeres es inmenso porque no solamente atraviesan momentos duros, sino que además se esmeran para acompañar a otras familias que se encuentran en la misma situación.

“Para nosotros el día de la madre es muy triste. Yo sé que tengo a Leonardo, Natalia y tres hermosos nietos que amo con toda mi alma, pero Omar era especial, era el de los abrazos, los besos. A cada rato te estaba escribiendo un mensaje”, explicó Dora, madre de Omar Olocco, quien fue asesinado en barrio Acapulco (Josefina) el 9 de diciembre de 2018.

“Nada es igual porque falta una parte de nuestro corazón. Te pueden decir muchas palabras, pero el que no lo pasó no sabe qué significa”, agregó.

Beatriz, en tanto, comentó que ya son 18 años desde la muerte de su hijo Cristian, y asegura que recién ahora lo vive un poco más aliviada: “Dependo mucho del día. Hay veces que estoy bien y otras mal. Lo mismo nos pasa en las fechas especiales como la Navidad”, dijo.

Un festejo muy especial

La mayoría de las madres que integran el grupo llevan más de 10 años de la pérdida de un hijo. Sin embargo, todas coinciden en que la contención de sus pares es fundamental. Tal es así que el próximo lunes 18 de octubre, posterior al Día de la Madre, realizarán un encuentro de madres en la casa de Dora.

“Nos vamos a juntar en mi casa las diez mamás que formamos parte de Renacer. Eso me pone feliz porque vamos a festejar el Día de la Madre todas juntas”, destacó.

“Vamos a compartir algo muy lindo. Esperamos poder invitar a otras madres que también atraviesan por una situación de estas y no se animan a participar”, dijo.

Beatriz: “Hablamos el mismo lenguaje”

Clara Beatriz Marasini (60) perdió a su hijo Cristian Ramos el 4 de febrero de 2001, en un accidente de tránsito en cercanías a Clucellas.

Si bien había comenzado a participar años atrás en el Grupo Renacer de San Francisco, por cuestiones laborales dejó de asistir. Luego retomó su participación al abrirse el espacio en Frontera.

“La intención es ayudar a los papás y mamás que tuvieron una pérdida. Incluso si no se animan a participar desde un primer momento de las reuniones vamos a visitarlos a la casa”, indicó Bety.

“Hay mucha gente que no se acerca porque piensa que se va a llorar. Pero no es así, nos contenemos”, sostuvo.

En este sentido, expresó: “Los padres que llegan no están obligados a contar lo que le pasó a su hijo. Pueden ir a escuchar y luego de a poco se van a ir soltando si lo quieren”.

En su caso en particular, manifestó: “El grupo me ayudó mucho conteniéndome. Al principio cuesta hablarlo, me preguntaba a qué iba a esa reunión si nadie me iba a solucionar un problema. Pero te lo solucionan, no solamente por el hecho de haber perdido un hijo, sino porque todos tenemos muchos problemas”.

Dora y su agradecimiento

Dora (60), en su caso, sostuvo: “Viviana (otra integrante) y Bety vinieron a hablarme al poco tiempo que falleció Omar. Ese día lloramos mucho. Les dije que cuando lo sintiera iba a ir y después de un tiempo lo hice.”, indicó.

“Pasaron varios meses hasta que pude contar realmente lo que había pasado. Me costaba pero cada vez me animo más a hablar”, expresó, a lo que agregó: “Me gusta mucho porque nos apoyamos entre todas y se habla de muchas cosas, no solamente de la muerte de nuestros hijos”.

Más de dos años de Renacer Frontera

“El lugar de un hijo no lo va a reemplazar nadie y nadie de lo va a devolver, pero siempre es bueno poder sobrellevar ese dolor junto a otras personas que atraviesan por la misma situación”, esa parece ser la misión de las madres que integran el Grupo Renacer de Frontera, que desde hace dos años se reúne para contener a familias que padecieron la pérdida más dura que se puede tener: la muerte de un hijo.

Renacer se creó hace más de 30 años en la ciudad de Río Cuarto, a través de la fuerza de voluntad de Gustavo Berti y Alicia Schneider, padres que habían perdido un hijo y tomaron conciencia de la necesidad de contenerse junto a otras familias que atravesaron por la misma situación.

Este espacio que no cuenta con psicólogos, ni sacerdotes, solamente busca la empatía y acompañamiento de pares, es decir, padres del dolor que son los únicos que pueden comprender realmente el vacío y pesar que puede generar la muerte de un hijo.

Si bien esta organización iniciaba en 1988 en la localidad del sur provincial, luego se formarían muchos otros grupos en distintas localidades de la provincia y el país.

San Francisco tiene su Grupo Renacer desde hace varios años, y en esta oportunidad debemos destacar que la vecina localidad de Frontera también cuenta con el suyo desde hace dos años y medio, donde asisten decenas de padres todos los primeros y segundos lunes de cada mes en el salón de la EPE, en Calle 11 Nº 1885.

Aquellas familias que quieren acercarse a participar del grupo Renacer de Frontera deben contactarse a los celulares de las integrantes 3564 625925 (Dora) o 3564 335030 (Bety).