La “Asociación Civil Kevin RCP” salvó –según sus registros- directa o indirectamente alrededor de 30 vidas en sus más de seis años de existencia. Así lo registra la familia Ghigo-Quinteros, sus fundadores, que desde hace años bregan por concientizar a la comunidad en la necesidad de aprender las maniobras de primeros auxilios.

Detrás de esta noble organización hay una historia de profundo dolor, pero también de inmenso amor familiar por intentar aportar a la comunidad tras la terrible experiencia de perder un hijo. Detrás de esta historia (o delante) hay una gran mujer de San Francisco que junto a su pareja e hijos construyó un espacio que busca nada más y nada menos que enseñar a salvar vidas.

Esa mujer es Lucía Quinteros (53), madre de Kevin Ghigo (18) -que trabaja desde el silencio-  quien sufrió un paro cardíaco el 7 de julio de 2014, mientras jugaba al vóley en las instalaciones de un club de San Francisco, y a causa de ello murió días después.

Lucía junto a Kevin.
Lucía junto a Kevin.

Ese dolor mutó en lucha. La dura pérdida no aquietó a la familia, todo lo contrario. Fue así que surgió esta asociación civil que capacita y concientiza sobre la necesidad de conocer las maniobras de RCP y Heimlich.

“Resta mucho camino por recorrer y vamos a seguir hasta donde nos den las fuerzas. La intención es que no exista un solo sanfrancisqueño que no sepa reaccionar ante una muerte súbita o ahogamiento”, remarca Lucía a El Periódico, quien reconoce que Kevin podría haber tenido otra oportunidad si alguien con estos conocimientos actuaba a tiempo.

Una familia comprometida

A partir de la muerte del hijo mayor de la familia, Lucía, Mario y sus demás hijos, Uriel (21) y Patricio (19), decidieron que esa tragedia no podía ser en vano y conformaron en 2015 la asociación civil.

Desde esa fecha hasta la actualidad, son más de 25.000 las personas capacitadas y más de 30 –aseguran- las vidas salvadas con distintas maniobras de primeros auxilios.

“Lo hacemos por él y por todos los que quedamos en homenaje a él. Buscando que su historia no se repita”, dice Lucía.

Lucía Quinteros, de la pérdida de un hijo a salvar vidas

- ¿Cómo era Kevin?

- Kevin era un ser muy especial, con un profundo amor a sus hermanos y muy compinche con su mamá. Compartíamos todo, nos contábamos todo. Era un joven inteligente que tenía muchos amigos, que amaba la vida, el deporte, la música. Estaba iniciando una carrera de contador; tenía muchas ganas de vivir. Hoy no está desgraciadamente con nosotros.

- ¿Cómo siguieron desde su muerte?

- Fue muy difícil seguir la vida sin él. Pero desde donde que sea que esté siempre nos dio fuerzas para seguir.

- ¿Por qué inician la Asociación Civil Kevin RCP?

- La arrancamos por él y por todos los que quedamos en homenaje a él. Buscando que su historia no se repita. Él podría haber tenido una oportunidad de vivir si alguien de los presentes ese día hubieran estado preparados porque cualquier persona puede llegar a salvar una vida con simples maniobras.

- ¿Son conscientes de que a través de la asociación salvaron muchas vidas?

- Sí, aunque por ahí cuesta un poco. Empezamos con muchas ganas y con la intención de que lo que le pasó a Kevin no se repitiera, pero después cruzarte con alguien y que se agradezca porque gracias a las capacitaciones pudieron salvar una vida no tiene precio. Y saber que se salvaron más de 20 vidas en la ciudad y otras en otros lugares para nosotros es reconfortante. Es una caricia para el alma, y nos deja en claro que lo que hacemos sirve.

Lucía Quinteros, de la pérdida de un hijo a salvar vidas

- ¿Pensás que Kevin está orgulloso de vos y la familia?

- Sí, sin dudas. Sobre todo, de sus hermanos que se pusieron la camiseta, salieron a brillar desde su lugar para luchar por el otro, para que tomen conciencia de que podemos salvar vidas sin ser médicos.

- Lograron hacer mucho en concientización: ¿Creen que falta hacer más?

- Sin dudas que falta mucho. Resta mucho camino por recorrer y vamos a seguir hasta donde nos den las fuerzas. La intención es que no exista un solo sanfrancisqueño que no sepa reaccionar ante una muerte súbita o ahogamiento.

- ¿La pandemia los frenó?

- Sí, porque estuvimos dos años estacionados, pero vamos a seguir con capacitaciones que se retoman en varias localidades. Tal vez no tantas como antes porque ahora Uriel tiene sus actividades y los tiempos no son los mismos, pero vamos a continuar.

Lucía Quinteros, de la pérdida de un hijo a salvar vidas