El último jueves a las cinco de la mañana, dos dotaciones de bomberos, personal de Policía y ambulancias de Ucemed, Cruz Verde y Urmed trabajaron en el incendio de un geriátrico de calle Belgrano y San Juan. En el lugar están alojados unos 25 adultos mayores que la enfermera de turno, Raquel Roldán, logró salvar con el accionar de un matafuegos.

Si bien no hay una normativa que obligue a tener extintores portátiles en las casas residenciales, si en el caso del geriátrico, desde Bomberos Voluntarios coinciden en aconsejar la tenencia de estos elementos para seguridad de la familia y de los bienes materiales.

El matafuegos es un dispositivo de uso simple, que en tres pasos puede sofocar un incendio sin la presencia de una autobomba ni expertos en incendios. Basta con quitarle la traba de seguridad, posicionarse a tres metros de las llamas y apretar el disparador para liberar el agente extintor, que varía según la necesidad, aunque los más normales son para apagar los incendios que pueden presentarse en una vivienda.

Prevenir

La División Seguridad de Bomberos puede brindarle a quienes estén interesados en tener esta herramienta de seguridad para su hogar, comercio o establecimiento industrial soluciones a medida según su necesidad.

El oficial ayudante Ariel Ronconi estuvo a cargo del operativo en la noche del jueves y destacó la rápida intervención de todos los servicios de emergencias de la ciudad. Fueron necesarios solo algunos minutos para que lleguen al lugar de la escena médicos y enfermeros, policías y bomberos.

Los efectivos de la Departamental, primeros en llegar, comenzaron con el rescate de las personas del interior del inmueble, tarea a la que se acoplaron bomberos voluntarios, quienes también ventilaron el geriátrico para eliminar el humo y los restos del polvo químico del matafuegos. Mientras tanto en la vereda médicos y enfermeros controlaban el estado de salud de los abuelos y la enfermera que fue trasladada hasta una clínica privada para su observación.