Hace unos días, Ariel Córdoba (27), un joven sanfrancisqueño que quedó en silla de ruedas por un accidente, publicó en redes sociales un posteo pidiendo trabajo. Su publicación se viralizó en cuestión de horas.

Poco después, una pareja de emprendedores de San Francisco se contactó con él y le ofreció una oportunidad laboral provisoria como vendedor de panificaciones. Ariel no dudó en aceptar. “Estoy muy agradecido por la oportunidad que me dieron. No lo esperaba y me emocionó mucho que confiaran en mí”, expresó.

Sin embargo, remarcó que sigue en la búsqueda de un empleo formal y estable que le permita generar un ingreso sostenido para mejorar la situación de su familia. “Esto me ayuda muchísimo, pero aún necesito algo más permanente”, señaló.

Sobre su pedido

Ariel vive en barrio Hospital, junto a su pareja Carla y su hija Olivia. Hace seis años, un accidente de tránsito cambió su vida. Iba en moto por avenida Irigoyen cuando un camión cruzó desde calle Salta. “Cuando el chofer me vio, ya estaba muy encima. Frené de golpe, la moto se patinó y le pegué con todo el cuerpo al tanque del camión. Eso me afectó la columna”, relató.

El impacto le provocó fracturas en varias vértebras y daño medular, dejándolo sin movilidad en las piernas. Fue operado en Córdoba, y allí recibió la noticia más dura: no volvería a caminar. “Fue muy impactante. Me costó mucho aceptarlo. Tuve que volver a conocer mi cuerpo, acostumbrarme a una nueva vida”, confesó.

Antes del accidente, Ariel tenía tres trabajos: cortaba el pasto en escuelas, repartía churros por las tardes y a la noche trabajaba en una hamburguesería. “Siempre fui un emprendedor, me gustaba hacer cosas, moverme. Pero ahora todo cambió”, dijo.