Muchas personas van por la vida con una lista de deseos de cosas que les gustaría hacer, a veces está en un papel, otra se cuela entre las añoranzas y recovecos de una mente sobrecargada de cotidianeidad. Pero Itatí Bolzan (67) no quiere que ninguno de esos anhelos quede flotando en el aire, y de aire se trata su historia o por lo menos el capítulo que sumó el domingo pasado.

Emocionada y ansiosa se fue hasta el Aeroclub con su familia, decidida que ese día seguramente iba a poder cumplir su sueño de sentir la inmensidad del cielo y observar el mundo sin ningún avión ni vidrio de por medio. El domingo se “recibió” de paracaidista teniendo su salto de bautismo bajo la atenta mirada del equipo de Paracaidismo San Francisco.

El cielo en su mirada 

Todos los que la conocen dicen que es una señora muy amable, le gusta charlar y mantenerse activa mediante diferentes prácticas. Cuando ella estaba en el campo trabajando y vivía todavía en Entre Ríos, siempre miraba el cielo y veía que pasaban los aviones, de ahí viene su curiosidad la cual tomó forma de paracaídas.

Un día tomó la decisión y después de algunos contactos se llegó hasta el Aeroclub para interiorizarse sobre cómo podría saltar. En cuestión de semanas tuvo su salto inicial y se convirtió así en la mujer de mayor edad que realizó esta práctica en San Francisco.

“El amor de los aviones siempre estuvo desde que estaba en el campo trabajando en Entre Ríos, porque yo soy de allá, pero nunca se me dio la posibilidad de viajar. Hace unos cuatro años me dijo mi prima si quería ir a visitar a los chicos (los hijos de ella) que están en diferentes partes del mundo, nos fuimos, yo no conocía ni el Aeroclub y de un momento a otro estaba en un avión”, relató.

La emoción al iniciar el viaje hacia los 3.000 metros de altura.
La emoción al iniciar el viaje hacia los 3.000 metros de altura.

Cómo lo hizo

Dentro de esta disciplina en la ciudad se puede realizar el curso propiamente dicho o el salto único de bautismo, que le brinda así “la posibilidad a cualquier persona de convertirse en paracaidista de forma segura y sin conocimientos previos”.

Javier Cabrera, paracaidista e integrante del equipo de Paracaidismo San Francisco (PSF), contó a El Periódico que “se debe coordinar un encuentro con PSF y ahí tendrán una charla de seguridad donde se comentan los pasos y la postura que tendrá que tener la persona, ya que si alguien se pone tenso eso complica la tarea del instructor”.

Asimismo, detalló que el 90% de las personas que realizan el salto de bautismo son mujeres, pero “el caso de Itatí es único porque sorprendió su edad avanzada, el interés en participar y su calidez al conocerla”.

Vale decir que en el avión con Itatí estuvo su instructor Mariano Morán, el mismo Javier y Facundo Gramaglia, que es el paracaidista cámara que registra todo lo acontecido en cada aventura.

Del Instagram de paracaidismo_sf

Único e indescriptible

Después de ponerse el equipo y tener esa charla, Itatí se subió con otras personas al avión para visualizar el paisaje durante unos 30 minutos, llegaron de a poco y casi sin darse cuenta a los 3.000 metros de altura.

En ese punto todo estaba listo. El instructor Mariano Morán (el instructor y Piloto Tándem) lo sabía, Itatí seguramente en su interior también, pero casi no percibió cuando ya estaba en caída libre con su guía al lado viviendo la adrenalina que una disciplina así puede dar solamente.

“¿Vos tenés chicos? El salto es como un embarazo y amamantar, es una situación que solo la vive una mamá. Por eso yo te puedo contar ahora lo que pasó, pero lo viví yo porque es una situación indescriptible. Estaba tan feliz, en un momento saltaron los chicos, en un santiamén estaba mirando al vacío. Son unos segundos que pasaron volando”, dijo emocionada la mujer, que es una histórica cobradora de la ciudad.

Segura y feliz

Itatí tenía mucha seguridad en sí misma, en el instructor y en el equipo que tiene un sistema de dispositivo de apertura automática que ante cualquier eventualidad del instructor acelera la apertura del paracaídas de reserva para cuidar a los dos.

Javier comentó también que Morán es un instructor con mucha trayectoria en el mundo del paracaidismo, cuenta con más de 500 saltos y también es piloto tándem. También agregó: “A ella solo le pedimos el estudio cardiológico y la revisión médica por la edad que tiene, pero tuvo el apto físico para que pudiera hacer la actividad”.

Itatí no tiene miedo a volar, para ella es algo natural solo que no lo había podido hacer, lo mismo pasó con el paracaidismo. En esa situación sostuvo: “Nunca tuve miedo”.

Por eso no tuvo ninguna duda en decir que es más que recomendable hacer este salto de bautismo, y, por supuesto, agradeció a todos los integrantes de PSF por el apoyo.

Siempre de trato ameno, la mujer recalcó muchas veces la necesidad de animarse a no dejar espacios sin marcar en esa lista de deseos y cosas por hacer en esta vida que al fin y al cabo es una sola.

Paulina, la nieta de Itatí retrató el día que su abuela se convirtió en paracaidista.
Paulina, la nieta de Itatí retrató el día que su abuela se convirtió en paracaidista.

De festejo

El próximo 17 y 18 de septiembre se llevarán a cabo los festejos por el 90 ° del Aeroclub San Francisco.

Habrá acrobacias Aéreas, globo Aerostático, paracaidismo, aeromodelismo, vuelos de Paseo y en Planeador, avión Jet de Guerra Ruso, atracciones para niños y patio de comidas y bebidas. Las personas también pueden hacer picnic, lo único que no está permitido es hacer fuego.

El sábado la actividad será a partir de las 13 y el domingo desde las 9 hasta la puesta del sol. Para participar hay un bono contribución de $500 para los mayore y $300 para los menores.

Los festejos por el 90° aniversario del Aeroclub serán el fin de semana del 17 y 18 de septiembre.
Los festejos por el 90° aniversario del Aeroclub serán el fin de semana del 17 y 18 de septiembre.