Las instituciones de Frontera y alrededores siguen siendo objeto de robos y actos vandálicos, algunos muy crueles, que ocasionan graves perjuicios a la comunidad. Los edificios religiosos no son la excepción y es frecuente que aparezcan con vidrios rotos, paredes quemadas y manchadas.

Esto quedó evidenciado este fin de semana en el marco de las celebraciones por el día de la Santa Patrona de Frontera, Nuestra Señora de la Merced, en la capilla que lleva su nombre, ubicada en Estación Frontera. Ésta sufrió recientemente la rotura de dos vidrios, pero hace tiempo que es blanco de diversos ataques.

La capilla Nuestra Señora de la Merced, ubicada sobre Agustín Giletta al 1500, sufrió robos, roturas e incendios.
La capilla Nuestra Señora de la Merced, ubicada sobre Agustín Giletta al 1500, sufrió robos, roturas e incendios.

“Tristemente la capilla de Estación Frontera, la capilla de Nuestra Señora de la Merced, la más vieja de la ciudad, ya hace varios años viene por ese camino. Menores de edad subiéndose al techo, rompiendo la membrana, hasta escribiendo sus propios nombres sobre ella, tirando ladrillos para romperlos, rompiendo las bajadas de agua... Hemos tomado algunas medidas, pero rompen y se siguen subiendo", dijo resignado Raúl Cortes, párroco en Frontera.

El sacerdote enumeró roturas postes de alrededor de la capilla atando caballos y cortando alambre para meterlos dentro del predio; también en las verjas del frente: "Se suben al techo del salón que está pegado a la capilla y sacan los tornillos de las chapas para llevárselas. Hasta en contra de la capilla prendieron fuego a los mismos postes que quebraron del alambrado”.

Indignación y tristeza por vandalismo hacia capillas de Frontera

En Villa Josefina, lo peor

Sin embargo, el edificio que se llevó la peor parte fue la capilla Santo Domingo de Villa Josefina, que finalmente debió ser abandonada.

En el lugar, delincuentes se robaron una de las dos puertas del frente, dañaron la instalación eléctrica, se llevaron los ventiladores y el cielo raso. También fueron por los sanitarios y las bombas de agua. En el interior mancharon parte del edificio y se llevaron puertas ventanas, puertas internas y hasta los vidrios de las ventanas y las verjas.

La capilla Santo Domingo, de Villa Josefina, dejó de funcionar tras numerosos robos: le llevaron aberturas, verjas y hasta el cielo raso.
La capilla Santo Domingo, de Villa Josefina, dejó de funcionar tras numerosos robos: le llevaron aberturas, verjas y hasta el cielo raso.

“Esta capilla hace muchos años que viene siendo vandalizada, desde antes de que yo asuma”, aseguró Cortes, que adelantó que trabajan en un proyecto para su recuperación pero evitó dar más precisiones hasta tanto esté avanzado.

Sobre la actividad que alguna vez tuvo este edificio, contó: “Tenía misas además de las catequesis. En su momento no solo la capilla, sino también el salón que hoy está sin techos, puertas ni ventanas; se utilizaba normalmente para encuentros, momentos recreativos, lo usábamos años atrás de la parroquia de Fátima para retiros con jóvenes, encuentros de la comunidad, eran actividades religiosas”.

En cuanto a los problemas que viene afrontando, el párroco lamentó: “Primero empezó con algunos robos, después se lo fue acomodando pero siguieron robando. Había gente mayor a cargo pero fueron cansándose y abandonando de alguna manera. Y llegamos a lo que es hoy”.

Impunidad

El párroco reprochó la impunidad con que se provocan los destrozos: “Los vecinos honestos que viven acá tampoco se pueden involucrar, porque después vienen las represalias. Es un problema grave. Entonces nadie ve nada y quienes tienen que hacer, hacen poco y nada”, apuntó.

Tema del Día - Robo en iglesias de Frontera

El cura aseguró que hubo interés de parte de las autoridades políticas por darles un arreglo, pero se mostró pesimista y pidió una solución de fondo: “Qué vamos a pintar, qué vamos a arreglar si al rato te rayan y te rompen todo. Si no cambiamos esta realidad, si no trabajamos sobre la seguridad de la ciudad y de los edificios públicos...”, reflexionó.

Cortes afirmó que este problema no solo se circunscribe a estas dos capillas, sino que manifestó que otros edificios también sufren desmanes de manera continua, entre ellos la capilla de la Medalla Milagrosa, la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, la Capilla Nuestra Señora de Guadalupe, la Congregación de las Hermanas de Calcuta o la capilla de barrio Acapulco. A estos les sumó instituciones como escuelas o los clubes.

“Las denuncias están hechas y no tenemos respuestas ni del fiscal. Cuando profanaron el Santísimo en Fátima el 7 de mayo vino Fiscalía, exigí que venga Policía Científica, fui a pedir explicaciones, cómo iban los procesos, me dijeron que el señor fiscal se iba a comunicar conmigo pero no lo hizo. Entramos en una problemática mucho más amplia”, sostuvo crítico el párroco.

Seguidamente, agregó: “Yo sé que hay instituciones que están desbordadas, porque la seguridad de Frontera es un problema gravísimo. No es solo con un edificio o con el otro, no es con el culto, sino con las instituciones, que es mucho más grave”.

“El problema es mucho más de fondo y cuando uno hace los planteos a las autoridades nos dicen ‘estamos trabajando’, ‘somos pocos’ o ‘no tenemos medios’. Estamos cansados”, finalizó el sacerdote.