A la hora de ir a comer afuera, además de pensar bien en el bolsillo, ahora mucha gente tiene otra inquietud: la inseguridad. Esto se nota actualmente luego de lo sucedido en el comedor La Tranquera, ubicado a la vera de la Ruta 19 en jurisdicción de Josefina, que fue asaltado hace dos semanas por cinco delincuentes armados que se apropiaron de dinero y pertenencias de sus dueños y la clientela.

Aunque probablemente sea un efecto momentáneo, lo cierto es que los gastronómicos de nuestra ciudad y la zona sintieron el golpe de un colega y se mostraron preocupados, de acuerdo a lo informado a El Periódico por algunos propietarios de comedores, choperías y parrilladas.

“No pueden estar siempre”

Rubén, propietario de la chopería V y V, ubicada sobre las avenidas Chile y 9 de Septiembre, indicó que una de las medidas que venían tomando era que nadie se retire solo del local: “A la una o dos de la mañana no hay más nadie en la calle. Nosotros tratamos de tomar medidas, por ejemplo de no quedar siempre uno solo en el negocio, tratar de irnos más de uno. También pedirle a la Policía que pase seguido por frente mientras patrullan”.

Según dijo el gastronómico, ya sufrió dos robos en el último tiempo aunque no había nadie en el local. Al mismo tiempo se preguntó: “Nunca sufrí algo de esa magnitud (por el robo a La Tranquera). ¿Cómo te cubrís ante ello?”.

Rubén aseguró que la Policía en más de una oportunidad se paró frente a su negocio hasta que cierre, sin embargo entiende que no puede ser continuo: “No pueden estar siempre, de todos modos se ofrecieron a que los llamemos”.

Custodiados

El Quincho de Carlos, comedor y parrillada ubicada a la entrada de la localidad de Josefina, tuvo el fin de semana pasado custodia policial solicitada por sus dueños. “Es un momento que se vive con nervios, si bien hubo policías fuera del negocio cuando la gente se retira ellos también lo hacen”, indicó Ivana, de la familia propietaria del negocio.

La mujer contó que tomaron las medidas de seguridad que podrían tomar para prevenir este tipo de hechos e indicó que en un pueblo chico están menos resguardados en materia de seguridad que en una ciudad grande, debido a que el movimiento de gente es menor.

“Nos sorprendió la forma en que se dio ese robo, pensamos que cuando se retiran todos los clientes alguien te pueda entrar a robar, pero nunca hubiésemos pensado que haya gente dentro del local”, dijo Ivana.

“Que no nos afecte”

Alcides Bessone, propietario del comedor Pichirika, espera que este hecho de inseguridad no sea motivo para que la gente deje de lado el hábito de salir a comer: “Yo hago lo que está al alcance para tener seguridad; nosotros trabajamos muchas horas de noche y donde hay menos movimiento”, dijo.

Bessone mostró preocupación ante el infortunio sufrido por el propietario de La Tranquera y se mostró solidario con su colega: “Esto es preocupante, hoy le toca a uno y mañana a otro, todos estamos en esto y uno busca la forma de prevenir pero parece que no alcanza con tantos cuidados”.

A su vez, sostuvo que los tanto los kioscos como los almacenes están en la misma. “Esto hace rato que viene así”, se lamentó.