Cuando Silvia Copparoni y Luis Demarchi conocieron el sexo de su hijo decidieron llamarlo Francisco. Pero seguramente será el segundo nombre el que recordará sus primeros años de vida.

Francisco León Demarchi nació de urgencia el viernes 13 de mayo de este año, cuando su mamá transitaba seis meses de embarazo. Cuando lo sacaron de la panza pesaba 750 gramos.

“Al principio llevé bien el embarazo y después se complicó con la presión alta, además no lo estaba alimentando bien. Me hice unos estudios y había que hacer cesárea urgente porque ya no crecía”, contó Silvia a El Periódico.

El niño durante los 164 días de internación -en la Clínica del Sol en la ciudad de Córdoba- soportó estoicamente tres operaciones: dos veces en los intestinos, ambas muy graves porque corría riesgo de su vida, y una en sus ojos. Esa fuerza y esas ganas de vivir definieron el segundo nombre: “Así salió el segundo nombre; la verdad que es un león como se la bancó”, señaló Luis.

Miedos

Los padres explicaron que cuando se decidió la cesárea los invadió “mucha incertidumbre y miedos”. Luego aclararon que se refugiaron en el apoyo de la familia, amigos –que les dieron una mano grande- y en los mismos papás que estaban pasando lo mismo que ellos: “Estábamos día a día con mamás y papás que pasaban lo mismo. Teniendo fe y aferrándonos bastante a Dios pudimos seguir avanzando”, resaltó Silvia.

Cómo sigue

Ahora, Francisco tiene que acudir cada semana a Córdoba para el control médico y les espera un largo proceso de recuperación: “Está fuera de peligro, no debería correr riesgos, pero queda un largo camino ahora con cuidados, controles y trabajos de estimulación”, contó la mamá, quien agregó: “Es un milagro, tiene una gran fuerza y nos enseñó muchas cosas”.

EL DATO

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