Desde hace años los vecinos de Frontera y Josefina no solo padecen la inseguridad de la delincuencia y los crímenes del narcotráfico, también los escándalos policiales que desencadenan en turbulentas situaciones instituciones y el descabezamiento de la cúpula una y otra vez.

“Que a Frontera mandan a los peores de otros lados”, “que la policía es corrupta”, “que hay abuso policial”, “que no tienen personal y no toman las denuncias”; son algunas de las expresiones desamparadas por parte de ciudadanos acerca de lo que consideran que ocurre hace mucho tiempo en la localidad.

Así y todo, la última semana se vivió otro capítulo tenso en el racconto policial. Tan grave que tal vez desde el caso del joven “crucificado” en 2014 que no se vivía tanta tensión.

La ciudad perteneciente al departamento Castellanos arrancó padeciendo momentos de mucha angustia en materia de seguridad. Por un lado, la seguidilla de robos afectó gravemente a instituciones de bien público vecinos, lo que generó que un grupo de ciudadanos se autoconvoque para reclamar por más seguridad.

Como si esto fuera poco, esta semana fueron detenidos los dos principales jefes policiales de la Comisaría Sexta tras los allanamientos realizados la semana pasada en la dependencia policial, ordenados por la fiscal Gabriela Lema.

Se trata del jefe de zona de inspección 5°, subcomisario Gastón Eletti, y la jefa de la comisaría 6° de Frontera, subinspectora Silvina Asís, quienes estaban al mando de la seguridad local desde hacía algunos meses.

Escándalo policial en Frontera: la historia de nunca acabar

A diferencia de lo que trascendió en un primer momento, la aprehensión de estos dos efectivos no se dio únicamente por una investigación por presuntos abusos policiales, sino que existe una acusación más grave que pesa en su contra, por lo que ordenaron su detención.

La esperanza duró pocos meses

Otra vez este capítulo hizo que la ilusión de que “algo cambie” en Frontera se disuelva en cuestión de meses.

Es que Asís buscaba mostrarse como una policía de raza surgida desde barrio Acapulco, Josefina, y que con valentía se enfrentaba al desafío de ser la única mujer hasta ahora en llegar a esa jerarquía policial. 

Por su lado, Eletti se mostró muy dispuesto para informar los procedimientos que daba la Policía, como pocas veces se hizo desde Frontera, priorizando una buena comunicación con los medios.

Sin embargo, en poco tiempo, esta construcción de imagen policial se desmoronó con el allanamiento y detención de los jefes.

Detención sin demasiados precedentes: “No es sólo abuso policial”

Si bien trascendió que la aprehensión de estos dos jefes policiales está ligada a los delitos de vejaciones y apremios ilegales (abuso policial) sobre dos jóvenes detenidos el 25 de enero, fuentes judiciales precisaron a El Periódico que sobre los efectivos pesa, además, una acusación más grave como principal delito en su contra.

Por el momento desde la Fiscalía no dieron a conocer la principal imputación que se le acusa a Eletti y Asís, sin embargo, trascendió que la acusación está vinculada a la asociación ilícita.

La calificación completa se conocerá por estos días en el marco de la audiencia imputativa, dado que los detenidos son los que tienen que ser informados sobre su situación procesal en primer lugar.

Más allá de la acusación que pesa sobre Eletti y Asís, y la situación procesal que resuelva la Justicia de Rafaela, no hay demasiados precedentes en la detención de tan importantes jefes policiales.

Habitualmente las autoridades de la fuerza o simple efectivos policiales que son denunciados, reciben alguna notificación, otros alguna sanción administrativa, en casos graves son pasados a situación pasiva, o incluso trasladados a otro lugar mientras avanza la investigación. No obstante, en este caso la Fiscalía ordenó la detención de forma inmediata, por lo que se presume, y así lo adelantaron funcionarios judiciales, que imputación será por un delito grave.

Nuevas autoridades

Tras conocerse la detención de Eletti y Asís, desde la conducción de la Unidad Regional V de Policía se dispuso nombrar a sus reemplazantes. Se trata del comisario Daniel Schanz y la oficial Erica Cocci, quienes tendrán un gran desafío en Frontera y Josefina en materia de seguridad.

Schanz viene de cumplir tareas en distintas dependencias adscriptas a la Unidad Regional V en Rafaela y en los últimos años trabajó como jefe de las Comisarías 14ª de Lehmann, 3ª de Sunchales y 7ª de Humberto Primo. Su último destino había sido la Seccional 13ª, en el barrio Villa Dominga de Rafaela.

Los dos efectivos llegan, como suele ocurrir tras el descabezamiento de una cúpula policial, en un momento de mucha tensión institucional.

Vecinos hartos de la inseguridad

El fin de semana pasado vecinos y dirigentes de instituciones educativas y eclesiásticas se autoconvocaron para reclamar por más seguridad ante una “ola” de robos.

El sábado 29 de enero brindaron la conferencia de prensa en el centro vecinal de barrio Santa Teresita donde manifestaron su preocupación y reclamaron por acciones concretas.

"No solo son daños materiales, lo lamentable es el desgaste y la desesperanza que se instala en una comunidad educativa donde en lo único que pensamos es en darle a nuestros niños y adolescentes un futuro mejor", señaló Claudia Dutto, directora de la escuela N° 1199.

El padre Raúl Cortés explicó que en la ciudad hay unas 15 cámaras de seguridad, pero no tienen centro de monitoreo y muchas no funcionan: "Pedimos cámaras de alta definición para prevenir. Autoridades de distintos niveles proponen instalar cámaras y alarmas, pero cuando se cometen los delitos van con barbijos y capuchas, al no tener cámaras en la ciudad no se los puede seguir e identificar", manifestó.

Antecedentes: un crucificado y jefes policiales desplazados

Está claro que esta tormenta institucional dentro de la Policía de Frontera y en sí de la provincia de Santa Fe no es algo nuevo. En la última década la cúpula policial fue desplazada muchas veces por diferentes motivos.

Y uno de los episodios que llegó a las principales páginas de los medios nacionales, con repercusión internacional, se registró en la fría mañana del 22 mayo de 2014 cuando efectivos de la Policía de Frontera habían “crucificado” (literalmente) al joven Víctor Robledo, dejándolo colgado y atado en San Francisco. Además le colocaron un cartel con la leyenda “No robarás”.

Si bien el joven pudo recuperarse del padecimiento y fue asistido a tiempo, por el caso fueron detenidos 12 policías y ocho finalmente resultaron imputados.

Lamentablemente, la historia reciente de Frontera conoce de estos escándalos policiales y más. El deseo de los vecinos, claro está, es que el panorama de una buena vez cambie.