Son las 11:50 del caluroso miércoles 29 de marzo. En la intersección de Jujuy, Cabrera y avenida Sabattini el tránsito es intenso. Un día antes, casi a esta misma hora, se produjo el fatal accidente que le costó la vida al docente Mario Fogliatti, que fue atropellado por un camión mientras circulaba en su moto, en un hecho en que la Justicia investiga la presunta participación de un tercer vehículo.  

En este punto de la ciudad donde converge el tránsito de estas tres concurridas calles, el ir y venir de motos, autos, camionetas y camiones es permanente; y donde por momentos se forman largas colas esperando el verde de los semáforos. Pero el grave inconveniente es el que generan muchos motociclistas que cruzan la luz roja sin pensar en los peligros que pueden ocasionar, tanto para ellos como para terceros.

En sólo 15 minutos, contabilizamos 65 de estos rodados que circularon por el sector. En la intersección de Cabrera con San Lorenzo, fueron 16 motos y cinco bicis las que cruzaron en rojo el doble semáforo del sector. Mientras que desde Sabattini doblaron por Jujuy rumbo al sur otras seis motos sin respetar el semáforo. Es decir que en apenas  un cuarto de hora, más de 20 motos y bicicletas pasaron en rojo.

Del total de los 22 ciclomotores que cruzaron en infracción, 14 lo hacían sin casco, mientras que en cuatro de ellas circulaban más de tres personas a bordo, todas con niños. Otro tema que llamó la atención es la alta velocidad con la que se movilizaban varias de estas motocicletas.

Los saltean

Las mayores infracciones se pudieron observar por parte de las motos que transitan por calle San Lorenzo rumbo al centro de la ciudad, donde están apostados dos semáforos, uno antes de Cabrera y el otro antes de Belgrano.

Cuando los semáforos de Jujuy están en verde, los que transitan por San Lorenzo aprovechan para cruzar en rojo. El problema se plantea cuando algún motociclista o ciclista pasa en rojo también por Sabattini para tomar Belgrano y se encuentra con otro infractor.

Mamás que buscan a sus hijos

Justo en medio de ese intenso tráfico se encuentra la escuela primaria Hipólito Yrigoyen donde cada día acuden padres y madres a buscar a sus niños. En este miércoles, un día después del accidente que le costó la vida a Fogliatti, no hay inspectores que ordenen el tránsito a la salida de clases.

Una mamá espera en su moto a su hijo. Pese a que va a quinto grado, ella decide buscarlo todos los días. Al consultarla por qué, responde: “Mirá-señala una moto que cruza en rojo-, todos sin cascos, pasan en rojo. No lo dejo venir solo porque es peligroso, el tránsito está bastante desordenado”.

Minutos después, Sonia, otra mamá, camina con sus tres niños hacia su casa que está a pocas cuadras. También los busca todos los días, sobre todo porque el más pequeño de sus hijos recién ingresó al jardín. “Por una cuestión de seguridad, por el tránsito que hay, y porque tienen que cruzar la avenida y las vías, entonces prefiero venirlos a buscar”, comenta.

Y agrega una experiencia propia: “Lamentablemente muchos no respetan los semáforos, me ha pasado que cruzo el semáforo en verde y te aparecen dos o tres motos que pasaron en rojo, siempre estás al borde del accidente en este sector”, asegura.