Pasaron 3 años del homicidio de Leonardo Gallegos en Frontera cuando estaba tomando mates con sus padres en su propia casa y ahora después de este tiempo la justicia de Santa Fe sentenció a 25 años de prisión al único acusado identificado de ese hecho, Claudio Gudiño (22).

En la etapa del debate judicial, el Ministerio Público de Acusación (MPA) fue representado por la fiscal Lorena Korakis quien analizó horas después de haberse conocido el fallo del tribunal la decisión y los pasos a seguir dado que inicialmente había pedido prisión perpetua.

Recordemos que a Gudiño se lo sentenció a 25 años de prisión por el delito de “homicidio agravado por el empleo de armas de fuego” siendo coautor de este crimen.

La Fiscalía había pedido prisión perpetua por entender que en el caso aplicaba el agravante de alevosía en la ejecución del crimen, no obstante, esto no fue tenido en cuenta por los jueces. Al margen de ello, la funcionaria evitó decir sí o no a la pregunta sobre la conformidad con lo resuelto y dijo que esperará a conocer los fundamentos, pero sí hizo una valoración positiva de lo actuado.

Es una pena alta, estamos hablando de 25 años de prisión, y dentro de lo que es nuestra jurisdicción, en el único caso que obtuvimos una así en el marco de penas temporales, es un homicidio de una niña de 9 años, Abril Vargas, un juicio en el cual yo había intervenido. En definitiva, se lo condenó al imputado. Pero, vamos a esperar los fundamentos del fallo para evaluar cómo continuar”, expresó en declaraciones a El Periódico.

El motivo, una incógnita

La familia y amigos de Leonardo cuestionaron siempre qué motivos podrían haber llevado a los autores a atacarlo de esa manera y provocarle la muerte porque se trataba de una persona de buena reputación y ajena a conflictos.

Korakis se refirió también a esta cuestión y primero aclaró que ella no estuvo a cargo de la investigación, sino que conoció la causa después de elevarse a juicio, pero sí afirmó que “de las múltiples medidas investigativas para determinar la materia, el hecho y las circunstancias en que sucedió esto no había podido develarse”.

“En realidad, entiendo que el motivo no es determinante a los fines de la resolución ni en el caso, pero como todos sabrán, Leonardo era una persona muy querida, ajeno a conflictos, sí bien había varias hipótesis no hay nada confirmado al respecto”, detalló.

En cuanto a cómo abordaron desde el MPA esta situación sostuvo: “Lo que nosotros planteábamos es que existía una relación de conflictividad con personas que eran vecinos a la familia de Gallegos y que tendrían vinculación con el imputado. Entendemos que la motivación también pudo estar vinculada a esa circunstancia”.

Un coautor prófugo

Se conoce por lo que aportaron testigos que el crimen ocurrió porque dos personas llegaron en una moto a la casa de Gallegos, uno era Gudiño y el otro alguien desconocido que no pudo identificarse.

En el proceso judicial tampoco hubo revelaciones al respecto o algo que ayudara a identificarlo. “No se puede determinar hasta el momento quién es esa persona, más allá de las múltiples medidas investigativas que se realizaron, porque ninguno de los testigos que lo pudieran identificar”.

Esa persona “se quedó sentada en la motocicleta aguardando al coautor con el casco colocado, no se lo vio tampoco caminar o realizar algún movimiento que permita dilucidar alguna característica física que permitieran reconocerlo”.

Siguiendo esta línea argumentó: “Sospechamos que también puede ser una persona ajena a la jurisdicción que no frecuentaba como sí lo hacía el imputado y justamente el hecho de que el imputado frecuentaba el lugar fue lo que lo permitió también ser reconocido por testigos”.

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