El Gobierno nacional adelantará hoy el anuncio del acuerdo automotor, por el cual quiere lograr que en cuatro años se desembolsen inversiones por cinco mil millones de dólares y se llegue a fabricar un millón de vehículos.

Se busca replicar el modelo logrado a principio de este año para reactivar la producción petrolera en Vaca Muerta, Neuquén, donde se flexibilizaron algunas condiciones laborales y productivas, lo cual está acelerando inversiones de YPF, Exxon, Shell y Total.

La idea era anunciar un programa similar en el sector automotor en abril en Córdoba. Pero el presidente Mauricio Macri, necesitado de dar anuncios positivos, decidió adelantar el anuncio.

El plan reunirá a la Asociación de Fábricas Automotores (Adefa), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afac), al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Las partes acompañaron a Macri en su reciente viaje a España, donde analizaron un esquema similar que aplicó la cadena automotriz hispana.

Uno de los objetivos es darle competitividad a la industria local y alcanzar en 2019 un volumen de producción de 750 mil unidades.

Para eso, es necesario bajar el costo laboral (el doble comparado con Brasil y casi tres veces mayor en relación a México, según estimaciones industriales) achicando la incidencia del régimen de ART y la judicialidad laboral, problema que encaró con la reforma a la Ley de Riesgo del Trabajo.

También busca bajar el ausentismo a un tres por ciento, cuando algunas empresas registran niveles del cinco al 10 por ciento.

El problema es que hay sectores sindicales que no están de acuerdo con afectar los convenios laborales. Mucho menos en este momento, por las presiones que tiene la Confederación General del Trabajo (CGT) desde los sectores críticos para ir al paro y endurecer su posición contra el Gobierno.

Paralelamente, bajará la presión fiscal a través de la Ley Autopartista, que baja al 15 por ciento el Impuesto a las Ganancias a las terminales que suman integración nacional a plataformas exclusivas para la Argentina.

La idea es lograr una integración del 35 por ciento en 2019 y el 40 por ciento en 2023. También busca terminar con la dependencia de Brasil y lograr que 35 por ciento de la producción se destine a países fuera del Mercosur.

Pero desde el sector esperan una definición sobre cómo hacer para que se cumpla el flex con Brasil, el indicador de desviación de las exportaciones, que hoy no debe ser mayor a 1,5 y que no está siendo ampliamente superado por el ingreso de vehículos y partes desde el gigante del Mercosur.

Vuelta al crecimiento

Por otro lado, el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA) presentó ayer la evolución del nivel de actividad industrial de 2016, que cayó 4,9 por ciento, continuando la tendencia negativa de los años previos.

Pero para 2017 proyecta que el sector productivo crecerá entre uno y dos por ciento, con significativas diferencias entre los diferentes sectores industriales.

En este marco, la UIA analizó el incremento en las importaciones del año pasado, de 3,8 por ciento en términos generales y de 17 por ciento en bienes de consumo.

Al respecto, resaltó el aumento de 22 por ciento en las importaciones de calzado; de 14,8 por ciento en muebles, asientos y colchones; de 93,8 por ciento en bebidas, líquidos alcohólicos y vinagres, y de 69,2 por ciento en lácteos, huevos y miel.

En enero de este año, las importaciones subieron 7,2 por ciento en general y 22,7 por ciento en bienes de consumo.

Respecto a las exportaciones industriales, en enero de 2017 mejoraron 15,7 por ciento en valores y 18,4 por ciento en cantidades con relación a enero de 2016, pero todavía por debajo de 2015.

Fuente: La Voz del Interior