El mal estado de la ruta nacional 158, esa arteria vital que une a San Francisco con Río Cuarto y atraviesa el corazón productivo de nuestra provincia, es un problema de larga data que sufren las miles de personas que a diario la transitan, especialmente en su trazado por las localidades del departamento San Justo, donde se encuentran sus tramos más deteriorados. Ya pasaron cinco años desde que Vialidad Nacional realizara trabajos de bacheo y repavimentación en plena pandemia; la mayoría de esas reparaciones ya cedieron, los pozos volvieron a abrirse y por estos días representan un grave riesgo para quienes circulan por la ruta.

La situación se complicaría no solo por el intenso tránsito pesado que a diario atraviesa la llamada “Ruta del Mercosur”, por su conexión con el corredor con Chile, Uruguay y Brasil, sino porque la actual administración de la Dirección Nacional de Vialidad no tiene anuncios de arreglos o repavimentación y pese a que sí informó oficialmente tareas mínimas de mantenimiento como la colocación de carteles, las mismas no fueron realizadas en los sectores del departamento San Justo. 

Por otra parte, los proyectos que en los últimos años se reflotaron para desarrollar una autovía que una a San Francisco, Villa María y Río Cuarto parecen ahora muy lejos de concretarse ante la política de “obra pública cero” que pregona el presidente Javier Milei. 

Así, la falta de inversión por parte de la Nación en su mantenimiento perjudica no solo a la comunidad en general que la utiliza a diario para sus desplazamientos, sino que impacta también negativamente en las economías provinciales y regionales al no contar con una infraestructura vial eficiente y segura para sostener e impulsar la gran productividad de una de las zonas más dinámicas del país.

Un deterioro incesante

Para vecinos de San Francisco y de localidades como Colonia Prosperidad y Las Varillas, transitar la RN 158 se ha convertido en un riesgo cotidiano. El tramo que va del kilómetro 34 al 76 y que une a esas dos últimas poblaciones, es, por lejos, el que se encuentra en peor estado. Allí, los baches y desniveles se suceden a cada kilómetro. Las viejas reparaciones cedieron, dejando al descubierto un pavimento muy deteriorado que evidencia el paso del tiempo y la falta de mantenimiento. En esos 42 kilómetros de recorrido hay sectores que están prácticamente al nivel de la tierra.

En días de lluvia, esos hoyos y desniveles se transforman en "piletones" de agua que ponen en peligro a quienes circulan. Por eso en varios de sus tramos desde San Francisco a Las Varillas es habitual ver a conductores realizar peligrosas maniobras en zig zag para evitar pozos o reduciendo la velocidad hasta paso de hombre para atravesar zonas de baches generalizados, aumentando los riesgos de siniestros viales o roturas mecánicas.

Sin arreglos

Las últimas obras relevantes de repavimentación en ese sector se realizaron en el segundo semestre de 2020 durante el Gobierno de Alberto Fernández, pero solo se ejecutaron entre San Francisco y Colonia Prosperidad. Aquellos arreglos reactivaron tareas que habían comenzado en 2015 y luego quedaron paralizadas en la gestión del gobierno de Cambiemos. También se hicieron obras de bacheo y repavimentación entre Las Varillas y Río Cuarto.

Desde entonces, la 158 volvió a quedar en el olvido, aunque el estado de la ruta es bastante mejor entre Las Varillas y Villa María; y en general en parte del recorrido restante hasta Río Cuarto.

La expectativa ahora está puesta en arreglos menores que fueron informados días atrás por el intendente de Saturnino María Laspiur, Horacio Depetris, quien aseguró en declaraciones a la FM Centenario de esa localidad que según sus consultas con directivos del organismo nacional en el próximo mes de julio podrían comenzar algunos trabajos de bacheo en este sector más perjudicado y cuyas últimas reparaciones datan de 2019. Según informó, los mismos fueron adjudicados a la empresa sanluiseña San Ignacio de Loyola S.A., que instaló su obrador en la Feria Municipal y debían comenzar en junio, pero se retrasaron. 

La autovía: un proyecto que se diluye

Desde hace décadas, la idea de transformar la 158 en una autovía ha sido objeto de numerosos proyectos que hasta la fecha fueron solo una esperanza para nuestra región. El último de ellos fue en diciembre 2022, cuando se anunció en Villa María un ambicioso proyecto que la presentaba como la obra vial más importante del país, con un posible inicio de obra en 2023 y una construcción dividida en cuatro etapas. Sin embargo, ese proyecto, al igual que otros similares en el pasado, quedó sin novedades y probablemente archivado.

El estado de la ruta también tiene sus ecos políticos. Un proyecto impulsado por la senadora cordobesa del PRO Cármen Álvarez Rivero, frecuente aliada a las políticas del Gobierno nacional, propone desde 2024 la inclusión de un proyecto de autovía 158 en el presupuesto nacional, como ya se intentó en otros gobiernos. Cuenta con apoyo de varios intendentes y legisladores cordobeses de distintos partidos, aunque hasta ahora no es más que un foro de intenciones.

También motivó otro reciente reclamo del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, para que la Nación concrete inversiones en la provincia, abandone el centralismo porteño y devuelva algo de lo que se lleva en impuestos. “Está en un estado deplorable. Si no la arregla la Nación, lo haremos los cordobeses”, dijo el mandatario provincial en mayo pasado en una de sus visitas a San Francisco, semanas antes de anunciar la licitación de la obra de duplicación de 3,6 kilómetros en la calzada de la 158 en el acceso a Villa María, que en esos kilómetros se convertirá en autovía y se ejecutará con fondos provinciales.

Hay que recordar que el Gobierno nacional de Milei ya renunció a terminar la autopista de la ruta nacional 19 desde San Francisco a Córdoba, que asumió la Provincia y se encuentra en etapa administrativa, aunque se comprometió a terminar la circunvalación de la RN 158 en Villa María y la autovía Holmberg-Río Cuarto.

La situación de la RN 158 no es nueva y podría hacerse una extensa enciclopedia con las idas y venidas, arreglos y desarreglos, reclamos y respuestas a lo largo de últimas décadas que fueron “piloteando” el estado de la ruta hasta su situación actual en la que, si no se realizan reparaciones a corto plazo en sus peores tramos, las frecuentes noticias de siniestros viales volverán a teñirse de fatales.