En un departamento de Rivadavia al 700, se escucha la voz potente y distintiva de Romina Romero, “la Roma” (31), la cantante y compositora local que ensaya junto a Diego Nataniel preparándose para salir a la región a llevar su música.

Desde el comienzo de las flexibilizaciones por la pandemia, la artista no ha parado ni un momento de brindar espectáculos; y no solo eso, sino que también se las rebuscó para convocar a diferentes cantantes de los más variados estilos y organizar en San Francisco dos peñas súper exitosas a las que bautizó: “La Peña de la Roma, un encuentro de diversidad musical”.

Para seguir mostrando su último trabajo musical, “Ese destino”, que se vio truncado por las restricciones a raíz de la pandemia de coronavirus, “Roma” sigue su camino más cercano al folklore, aunque cantando distintos estilos. Y esto porque la música fluye y sale en la forma que quiere salir, sin explicación.

-¿Cómo nace La Peña de la Roma, en la que se juntan artistas de distintos géneros?

-La idea nace de hacer arte por sobre todas las cosas. Cuando empezaron a abrirse los espacios, nos reunimos amigas, conocidas y gente que frecuentamos para darle forma a este encuentro de diversidad musical, que es básicamente lo que siento que soy. Me gustan todos los estilos y pasarla bien, eso me llevó a hacer la primera que se hizo en el Centro Cultural y donde hubo tangos y milongas, pop, rock, cumbia y folklore. Todas las artistas que participaron eran de la ciudad, son amigas que nos admiramos. Eso fue la esencia del evento y después vino la segunda peña en Antártida, que se dio de manera natural y a la que pudo venir Graciela Carabajal, que conocí en Buenos Aires mientras exploraba ese mundo.

- ¿Te identificás con algún género en especial o no querés encasillarte?

-Me cuesta mucho porque me gusta toda la música, sí en este último tiempo tengo claro que al folklore lo abracé de alguna manera porque se me fue presentando en el camino y me gusta mucho. En su totalidad mi repertorio es folklórico: chamamé, zambas, chacareras y canciones, pero también canto cumbias o cuartetos y eso también me gusta. Puedo darme libertades musicales y trato de no limitarme con nada.

-¿Entonces no dejaste de lado la cumbia?

-No, para nada. Fue muy lindo lo que pasó con la cumbia, una época hermosa que la gente todavía me lo recuerda. Pero sentía que no me podía encasillar en un solo estilo, porque no somos una sola cosa. Sí, tal vez, tomo en cuenta las letras, los contenidos, lo que digo, esas cosas siempre las tuve muy en cuenta. Una va cambiando, entonces esas letras, esa manera de amar, en algunos casos ya no soy compatible con eso, entonces entré en un momento que no sabía qué quería hacer. Lo que sabía es que amo cantar, me hace feliz, no sabía qué quería cantar y hoy en día después de haber usado todo lo que nos pasó con la pandemia tengo claro que amo cantar y voy a cantar lo que sienta, todos los estilos musicales pero llevando un mensaje.

El camino de la “Roma”: “Era de esperarse que el arte iba a salir y florecer”

-¿A qué le cantás y con qué letras ya no te sentís compatible?

-Me encanta cantarle al amor sano, a la amistad, a la naturaleza, trato de cantarle a cosas bonitas y positivas. El folklore tiene mucho de eso, reflexiones. Lo que no me permito cantar, obviamente, son temas donde se menosprecia a la mujer o se la pone como objeto, eso ya está caduco hace rato en mi vida. No me siento pertenecer a ningún grupo feminista aunque apoyo la lucha, simplemente de manera independiente y personal. Pero estoy totalmente en contra de la violencia hacia las mujeres de todo tipo y de cualquier tipo de violencia.

-¿Estás proyectando otras peñas a futuro?

-La última fue un 22 de octubre, ha sido de una energía interesante, ahora estamos con varias fechas en la zona que me ponen muy contenta. Tenía como ganas de salir a llevar nuestra música y sí está en mente la tercera edición.

-¿Qué objetivos te planteás?

-Estoy tranquila, disfrutando de esta continuidad de poder cantar y de todo lo que vaya surgiendo. Tengo muchas ganas de volver a Buenos Aires y a Córdoba para tocar en todos los lugares posibles y seguir difundiendo mi música. Mientras tanto estoy muy feliz de estar en San Francisco, siento que cambió mucho, hay muchas propuestas, aperturas, a veces predominaba el comentario de ‘esta ciudad de miércoles que no hay nada’ y es muy importante que empecemos a darle amor a nuestra casa. No es cierto que ‘hay gente de miércoles’, tenemos que aportar desde nuestro lugar.

La pandemia y el resurgir del arte

Para “la Roma” no queda otra alternativa que sacarle algo de positivo a la pandemia que vivimos y todavía transitamos. “El haber frenado de golpe, llevó a un viaje interno para ver qué era lo que pasaba. Pasaron muchas cosas, fue una revisión y conectarse con una”, asegura.

Entre las cosas que dejaron estos largos meses, la cantante también distingue un resurgir de la música en nuevos espacios con los que antes no contaban los músicos locales. “Me encanta que haya movida no solo folklórica sino de todos los géneros. Creo que hoy se están habilitando espacios donde tal vez antes no se hacían shows, era de esperarse que después de todo esto -por la pandemia- el arte iba a salir y florecer porque era necesario y la gente lo necesitaba también”, reflexiona.

El camino de la “Roma”: “Era de esperarse que el arte iba a salir y florecer”

Mini rayos X

Nombre: Romina Florencia Romero

Profesión: Cantante y música.

Lo primero que hacés al despertarte: La mayoría de las veces despierto con una sensación de agradecimiento por tener una cama y un hogar, y después pongo el mate.

Comida favorita: Sándwich de verduras con queso.

Un oficio que no sea el propio: Cocinera. De todas maneras lo hago seguido.

Una serie o programa de televisión: Rick and Morty.

Una película: Avatar.

Un grupo musical: Calle 13

Un/Una cantante: Rosalía

Un tema musical favorito: Todos me miran, Gloria Trevi.

¿Dormís siesta durante la semana? A veces.

Si pudieras ser intendenta de la ciudad, ¿cuál sería tu primera medida? Apoyaría muchísimo más, sin dudas, a los y las artistas de la ciudad, de todo rubro.

¿Lo mejor y lo peor de San Francisco? Lo mejor mis amigas y mi amor. Lo peor, que hablamos muy mal de nuestra gente y es hora de amarnos entre nosotrxs.

Sin contar San Francisco, ¿qué lugar elegirías para vivir? Costa Rica.

¿A qué le tenías miedo de pequeña? A dormir con la luz apagada, aún me sucede.