La ofensiva que, con alguna intermitencia, lleva adelante el Gobierno desde hace dos semanas para disciplinar al dólar paralelo e intentar por esa vía mejorar las chances del blanqueo de divisas logró ayer uno de sus mejores resultados: hizo caer 3,6% su precio (retrocedió de 8,90 a 8,58 pesos), para colocarlo en un nivel que no mostraba desde hacía un mes.

Algo similar ocurrió con el dólar arbitraje, el tipo de cambio que surge de la compra de activos financieros en la plaza local y su liquidación en el exterior, que cayó de 8,85 a 8,60 pesos (-2,8%).

La pérdida de 32 centavos que el billete registró ayer en operaciones físicas es la segunda más importante luego del comienzo de la puesta en marcha de esta estrategia, el jueves 9 del actual, de la que participan mediante intervenciones de mercado la Anses, el Banco Nación y el propio Banco Central (BCRA), a lo que se agrega la tarea "persuasiva" que desplegó el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, entre banqueros y cambistas a quienes adjudica capacidad de manejo sobre la plaza marginal.

Aquel día, 72 horas después de que la presidenta Cristina Kirchner negara enfáticamente toda posibilidad de devaluación oficial del peso, 48 horas más tarde de que el Gobierno sorprendiera con el anuncio del blanqueo presentado para quienes hubieran adquirido divisas de manera ilícita y cuando apenas habían pasado 24 horas de que tocara el máximo de $ 10,45, el paralelo se abarató 42 centavos de golpe (cayó 4%, hasta $ 10,03), en lo que fue el preludio de una parálisis para este mercado que duraría varios días.