El autismo es una invitación a ser tolerantes y no juzgar
"El autismo es una invitación a ser tolerantes y no juzgar"
“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos sino en tener nuevos ojos” (Marcel Proust).
Además de bella esta frase, me conecta directamente con una experiencia personal: donde el patio de la escuela hacía una curva, en la que los chicos no jugaban allí, debajo de una pérgola, girando alrededor de un poste estaba Facundo. Levantaba su rostro, clavaba sus ojos al rayo del sol y parpadeaba repetidamente, luego, giraba unas vueltas alrededor del poste, se detenía y sonreía en consonancia con el placer que le provocaban aquellas sensaciones. Lo observé un momento, me acerqué sin invadir su espacio físico, tomé otro poste cercano y comencé a girar intentando disfrutar del movimiento. Al poco tiempo descubrí que sin mirarme directamente había captado la atención de Facundo. Seguí jugando, él también.
Luego comencé a anunciar las vueltas con un, dos, tres, y a reír con más ganas al cierre. Me acerqué, lo miré a los ojos cuando él terminó de girar, le sonreí cómplice y dije: ¡wow que divertido! Me miró con algo de desconfianza y fue hacia otro poste más lejano. Yo repetí lo que había hecho inicialmente en otro poste cercano. Cuando volví a acercarme y repetí ¡¡wow!! levantando los brazos, él sonrió. Le estiré mis manos. Él las tomó, canté uno, dos, tres, y giramos juntos. Facundo estaba disfrutando de sus sensaciones, pero conmigo. Al cabo de unas repeticiones, me miró y reímos juntos. Jugamos mucho al cabo de varios meses en los recreos. Un día cuando lo vino a buscar su madre a la salida de la escuela, se acercó a mí y dijo: “mamá, este es mi amigo grande”.
Cuando me preguntan ¿qué es el autismo?, palabra que no me gusta usar más que a los fines de una convención, digo: son personas que poseen una dificultad para hacer funcionar integradamente los procesamientos sensorial, emocional y cognitivo. Esto no nos dice mucho más que son personas que perciben el mundo de un modo diferente y por tanto actúan de una manera diferente.
Pero si nos retrotraemos a la experiencia de interacción relatada anteriormente y a las distinguidas palabras de Proust, podemos decir desde un sentido más profundo, que el autismo es a la comunidad una invitación a mirar a través de sus ojos, es una invitación a mirar desde la perspectiva del otro. Es también una invitación a detenernos y a ejercitar la atención plena, es una invitación a practicar la aceptación positiva, es una invitación a ser tolerantes y no juzgar, es una invitación a comprender, a empatizar y crear lazos.
Y es desde esta perspectiva que, les aseguro, no existe ningún niño que no desee jugar, interactuar y aprender con el otro.
Como síntesis de lo que deseo transmitir, cito unas palabras de la página de autismodiario:
“El autismo es muy contagioso.
Las personas que viven o trabajan con una persona con autismo son contagiadas por un extraño virus que las cambia.
Se vuelven más tolerantes, comprensivas, inmunes a la frustración, valientes, tenaces y se dedican a hablar de cosas raras como el amor.
El autismo cambia a quienes lo conocen.
Atrévete tú también a conocerlo, te volverás mejor persona.”
Guillermo Bertotti
Psicólogo especialista en los Trastornos del Espectro del Autismo.