Una denuncia por maltrato animal puede en el fondo tener otra derivación. Días atrás, en nuestra ciudad, integrantes de la Fundación Bio Animalis realizaron un procedimiento en una vivienda para resguardar a un perro que era constantemente maltratado según denuncias recibidas por la entidad.

Una vez dentro de la vivienda, el padre de familia, en estado de nerviosismo, agredía verbalmente a su mujer que en ese instante abrazaba con fuerzas a otro perro de menor tamaño. Según los testigos de esa escena, tanto la mujer como los dos animales se hallaban en un notorio estado de sumisión ante el agresor.

VER: ¿Cómo actúa el agresor? 


En otro caso reciente, ya existiendo una denuncia de violencia de género de por medio, el denunciado se llevó consigo a la mascota de la casa, como elemento de presión hacia su mujer, asegurando que la iba a dañar y provocando temor en el resto de los integrantes de la familia.

“El maltrato a los animales es un fenómeno frecuente en hogares donde existe violencia familiar, por lo cual urge comenzar a considerarlos no solo como parte del círculo de violencia familiar, sino también como uno de los principales factores de detección y alerta de violencia doméstica”, aseguró a El Periódico Gretel Monserrat, presidente de Fundación Bio Animalis y delegada interna de Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA).

Relación directa

Para la abogada animalista “la crueldad hacia los animales y la violencia humana tienen una relación directa”. Sin embargo, afirmó que el maltrato recibido por los animales es “tolerado” por los que observan.

Monserrat manifestó que “muchas veces en el desarrollo de la tarea que realizamos en la Fundación Bio Animalis, hemos detectado situaciones de violencia doméstica y de género durante los procedimientos de allanamiento para secuestrar un animal víctima del maltrato. Pero es muy complicado que nos escuchen”, se lamentó, agregando en este sentido que “luchamos contra molinos de viento por la tan simple razón que trabajamos desde el ´animal víctima`, volviéndose la tarea titánica y muchas veces frustrante al no ser atendidos nuestros argumentos”.