Belén Duarte dice haber perdido un “hijo”. Asegura que sufre un dolor tan grande ante un hecho que, remarca, le cambió la vida.

Días atrás, mientras disfrutaba de una noche cálida junto a sus dos perros y una amiga en el Paseo Cervantes (Costanera), una pareja en moto atropelló a Uky (7), el mayor de sus canes, y lo mató.

La mujer asegura que no fue un accidente sino que hubo intención por parte del conductor. Por este motivo inició una campaña en las redes sociales pidiendo justicia ante lo sucedido. Pero además hizo la correspondiente denuncia en la Unidad Judicial.

“Fue un hecho muy shockeante, sobre todo por cómo pasó. Si fuese un accidente, algo que ocurrió sin querer, lo asimilaría de otra forma. Pero lo que pasó fue horrible y nadie se hacer cargo: matan, huyen y encima de se burlan. No voy a parar de pedir justicia, aunque me cueste”, confirmó en diálogo con La Mañana de El Periódico (FM 97.1).

Uky tenía 7 años. Murió a causa de las lesiones provocadas luego de que uno moto lo atropellara días atrás.
Uky tenía 7 años. Murió a causa de las lesiones provocadas luego de que uno moto lo atropellara días atrás.

Como muchas personas y familias, Belén considera a sus dos perros (también Lola de 5 años) como sus hijos: “A Uky lo crié siete años, dormía conmigo. Lo adopté primero a él y luego a Lola. La tristeza que hoy existe en casa es inmensa, es entrar y no verlo, no sentirlo ladrar cada vez que me recibía esperando que llegara. Hasta lo sufre mi otra perra”, contó.

El caso

El triste episodio ocurrió en la madrugada del martes 20 de diciembre, poco después de la 1. Un par de horas antes, Belén llegó al Paseo Cervantes acompañada de sus perros (algo que solía hacer) y de una amiga. Se ubicaron sobre la avenida Cervantes en inmediaciones de calle Venezuela.

“Era una noche de mucho calor y fuimos a la costanera a comer algo. No era la primera vez que llevaba a mis perros, ellos están educados, no bajan a la calle sino que juegan a un costado, en el césped”, narró.

Luego, agregó: “Eran como la 1 y apareció una moto de la nada, a toda velocidad y sin luz que lo pisó. Encima se dieron cuenta de lo que hicieron y esa es mi indignación. La zona estaba iluminada y Uky estaba sobre el pasto, bajo la luz. Una vez que lo pisaron siguieron por la costanera a toda velocidad. Enseguida trato de socorrer a mis perros. Les grito por lo que hicieron y se reían, pero no les importó. Podrían hasta haber atropellado a un niño”, lamentó Duarte.

En la desesperación, la joven intentó hacerle a su perro RCP para poder reanimarlo. Tras ello, lo cargaron a un auto y lo llevaron a la veterinaria, pero Uky ya estaba muerto. Entre las lesiones que tenía, la peor era el hundimiento de tórax: “Lo pasaron por encima y no les importó nada. La costanera es un espacio verde y recreativo, pero ya no es para la familia porque no hay control”, dijo.

Qué puede pasar con la denuncia

Belén contó luego que pudieron conocer las identidades de quiénes viajaban en la moto en ese momento y atropellaron a su pequeño perro.

Tras exponer públicamente su caso en las redes sociales y en El Periódico, decidió denunciar y asesorarse con la Fundación Bio Animalis, que trabaja con casos de maltrato animal.

Ariel Morandi, abogado de la ONG, explicó que la denunciante “siempre fue muy coincidente con lo relatado” y que sumaron testigos para poder constituirse en el mes de febrero como querellantes particulares en esta causa.

“Todo indicaría que el arrollamiento fue intencional y eso es un delito enmarcado en la Ley 14.346 de actos de crueldad y maltrato. Todavía la causa tiene secreto sumario, no hay imputaciones, pero nosotros ya tenemos varios elementos para aportar a la fiscalía”, contó Morandi a El Periódico.

Respecto a la ley en cuestión, el abogado animalista recordó que hace tiempo se viene pidiendo una reforma en relación a la punición a las penas: “Lamentablemente no hay un desdoblamiento de la figura de maltrato con los actos de crueldad en cuanto a la punición a la pena. Si bien categoriza los delitos de una u otra forma, todas tienen un año de prisión, lo que es una barbaridad. La injusticia ya está en la misma ley”, aseveró.

Sobre lo ocurrido en el Paseo Cervantes semanas atrás, Morandi indicó: “Es una situación que se puede analizar desde distintas aristas. Primero un llamado de conciencia a las personas para que no circulen en lugares prohibidos. Luego la ausencia de control, esto pasa en muchos ámbitos y entiendo que el Estado no es omnipresente y no puede estar en todos lados a la vez, pero hay lugares neurálgicos donde debería haber un incremento del control”.

Le mataron a su perro en el "Paseo Cervantes" y reclama justicia

También señaló que desde la fundación, como abogados querellantes, observan muchas causas similares y fue crítico con la Justicia local: “En otros lugares los operadores judiciales, como dinámica, tienen todo un protocolo armado cuando en una familia hay indicadores de violencia contra un animal no humano, ya están presumiendo que puede haber violencia con un humano. Entonces estos casos no se toman a la ligera, se hace eco de eso y se hace una investigación en profundidad. En San Francisco no ocurre esto, hay una visión muy antropocéntrica de la Justicia, le cuesta concebir a los operadores judiciales que una persona puede tener un amor hacia un animal no humano como si fuera su hijo”, cerró.

Sin recibir disculpas, sin tener miedo

Belén contó no haber recibidos disculpas “genuinas” de parte de quienes atropellaron a su perro.

“No hubo arrepentimiento genuino. Recibí una solicitud de mensaje en Instagram con un usuario, el nombre de la acompañante del conductor pidiendo disculpas, poniéndose en lugar de víctima pero no le creo nada porque se burló diciendo “Uy… el perro” y se fue riendo. Eso me indigna, eso es ser inhumano. Si lo sentían hubiesen frenado y ayudado, pero se fueron”, explicó.

Tras ello contó que su perra Lola se encuentra muy triste porque le falta “su compañero” y pidió recuperar una pelota de tenis vieja que esa noche del accidente quedó en el sector de la costanera, la cual era de Uky.

Por último, agregó que recibió amenazas luego de hacer público el triste hecho: “Recibí amenazas de una persona del entorno del conductor, me decía que me daban 12 horas para borrar mis publicaciones. Todo está asentado en la policía con nombre y apellido. Uky era mi familia, no se merecía lo que le pasó. Miedo no tengo, lo que tengo es fe de que esas personas irresponsables paguen de alguna manera”, concluyó.