Las redes sociales son herramientas muy útiles cuando se las usan con buenos fines y responsabilidad. Pero pueden ser un arma de doble filo cuando de salud se trata, ya que cada vez es más frecuente encontrar perfiles que se dedican a difundir información sobre salud que no cuentan con un respaldo o un aval profesional.

Esto no deja exenta a la psicología: es habitual encontrarnos en las redes sociales con páginas o perfiles donde personas que no sabemos quiénes son nos dan consejos sobre cómo actuar ante determinadas circunstancias difíciles de la vida. Pero, ¿está bien que prestemos atención a consejos de salud mental en las redes?

En La Mañana de El Periódico por FM 97.1, el Lic. Daniel Rossa (MP 8758) se refirió al tema y destacó que para que una ayuda sea terapéutica hay que tener en cuenta dos cosas: el vínculo y el encuadre de trabajo.

"El encuadre de trabajo contempla honorarios, que se pueden flexibilizar, y una frecuencia, al menos un día a la semana. La gente por ahí tiene una concepción de que 'bueno, si tengo un bajón te llamo' o 'veo cómo me acomodo'. Son conductas que los psicólogos interpretamos como patrones de resistencia a que algo cambie. Aunque a veces sí se están acomodando a algo que va pasando, como por ejemplo una mudanza, y ahí se entiende. Pero hay que entender que hay que formar un vínculo", comenzó el profesional.

Rossa explicó que la frecuencia de la terapia depende también del problema: "Hay personas a las que en principio las ves dos veces por semana. Ahí se suele hacer una atención en lo económico. Trabajar en salud mental es también leer esas cosas. No es cobrar la sesión y listo. Si voy a establecer un encuadre de trabajo y quiero ser profesional, todas esas cosas el profesional también las tiene que ver y evaluar. Hay que ser humano y tener un poco empatía. Entiendo que uno cobra por el trabajo porque estudiamos, nos formamos, y ser profesional es caro. Pero hay gente que sí, que ves cada 15 días. A veces te piden una vez al mes y ahí a mucha gente a la que derivo, porque no sirve".

Consultado acerca de la opinión que le merecen los divulgadores de consejos o reflexiones optimistas a través de las redes sociales, sostuvo: "Es el gancho perfecto para quien está viviendo un duelo, para quien está mal, hay gente que tiene diagnóstico de bipolaridad. Y a veces no están correctamente abordados y tienen altibajos que no se solucionan con 'ponerle onda".

"Me río mucho con la Locomotora Olivera. Fue una mujer que sufrió mucha violencia y salió adelante, como su apodo lo indica. Entiendo que ella usa mucho la ironía y el chiste como para motivar. La entiendo y todo el mundo la entiende, y se nota que hace falta mucho de eso en la vida, positivismo. Pero ella no se vende como ninguna pseudoterapeuta. El problema es cuando te encontrás con gente que aborda cosas que tienen que ver con la psicología o que hablan en en boca de la ciencia de psicología y no te tira ningún autor, no sabés dónde trabaja", explicó.

Seguidamente, agregó: "Lo que yo veo mucho en las redes es 'hacé esto, hacé lo otro', 'si no te quiere, a otra cosa'. Me interesaría más a mí, como psicólogo, entender por qué les pasa algo o por qué algo las impacta de esa manera, por qué les afecta, eso es lo importante. El crecimiento está ahí".