Un dramático hecho ocurrió este viernes a la siesta en barrio Villa Quisquisacate, zona noroeste de la ciudad de Córdoba. Un policía que perseguía ladrones entró por una tranquera a una vivienda y mató de un tiro en la cabeza al perro de una familia, de nombre "Átomo", pese a que la dueña de la mascota le pidió que no lo hiciera.

Se trata de un aparente caso de gatillo fácil y los vecinos del barrio están indignados por la actuación policial. Mañana, a las 17, se reunirán en la plaza Atahualpa (ubicada en calles Sinchi Roca y Roca India) para debatir sobre la situación y, posiblemente, realizar una denuncia a la Policía de Córdoba.

"El policía entró sin permiso a la casa y sacó un arma así como así, sin medir el peligro; qué pasaba si había niños", se preguntaron varios vecinos.

Hasta esta tarde, la familia que perdió a su mascota no había realizado denuncia.

El dueño del perro describió a "Átomo" como "un perro mestizo, de pelaje marrón y 10 años de edad". Dos de los familiares vivieron un momento de shock y estuvieron cara a cara con el policía que disparó.

"Lo teníamos desde que nació y era la única mascota familiar; estamos muy tristes", le dijo a La Voz uno de los miembros de la familia, ensangrentado, instantes después de haber enterrado al perro.

Esta persona, a quien identificaremos como N., posteó esta tarde en su Facebook: "'Átomo' no sólo es mi perro; él es mi familia. Desde el momento que entraste a nuestras vidas te amé y te voy a amar".

Los hechos

Según N., varios adolescentes que huían (presumiblemente tras cometer un robo) "pasaron corriendo" frente al almacén de su familia -próximo a la casa donde estaba "Átomo"- y la Policía los persiguió. Al parecer, uno o dos delincuentes lograron ser detenidos.

Otro de los ladrones habría ingresado a un inmueble contiguo al de "Átomo". Instantes después, un policía que participaba de la persecución entró a la casa donde vivía la mascota, que empezó a ladrarle tras toparse con el hombre (como normalmente hace cualquier perro con un desconocido).

Alertada por un albañil de que había un policía en su casa, la madre de N. llegó y observó que el policía había sacado el arma reglamentaria y le apuntaba a "Átomo".

"Mi mamá le suplicó al policía que no le disparara al perro, que no le haría nada, pero igual le tiró a la cabeza", relató compungido N., quien arribó al lugar inmediatamente después de escuchar un disparo.

Enojado con el policía por lo que había hecho, N. lo increpó: "¡Qué hiciste! Mataste a mi perro", le dijo, tras lo cual el agente sacó gas pimienta y amenazó con echárselo a la cara.

Vecinos dieron aviso a dos mujeres policías del hecho. Comunicación con otros policías mediante, posteriormente el perro fue trasladado por un patrullero a una veterinaria ubicada en la Recta Martinoli, aunque murió poco después.

La Voz consultó a la Policía de Córdoba, pero desde el área Prensa se indicó que no estaban al tanto del hecho. Trascendió también que el policía contó otra versión distinta a la de la familia de "Átomo": relató que el perro lo había atacado.

Pesadumbre

La familia de N. está muy apesadumbrada por lo ocurrido. Incluso, N. ya se comunicó con su abogada -quien se encuentra de viaje- para evaluar los pasos a seguir.

"Hoy es un perro, pero mañana puede ser un niño; no puede ser que un policía utilice el arma de esa forma", expresó N.

Los vecinos describieron a "Átomo" como "un perro tranquilo y muy querido por todo el barrio, que andaba suelto casi siempre y jugaba con los niños".

La proteccionista Marita Martínez anticipó que le escribirá a la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y le dirá que en la Policía de Córdoba hay casos de gatillo fácil.

Fuente: La Voz del Interior