El aceite de oliva es el rey de la comida gourmet. Atrás quedaron los alimentos aceitosos y muy poco saludables, ya que el oliva además de aportar beneficios para la salud deja un aroma irresistible a cualquier paladar.

Aunque se disfruta mejor al natural, sobre ensaladas, carnes o pescados, sopas y otros platos, muchos lo usan para cocinar. Pero existe un problema ya que al calentarse demasiado puede ser tóxico y dejar un mal sabor en la comida.

¿Cuál es el problema?

El oliva tiene un punto de desprendimiento de humo bastante alto. El punto de desprendimiento de humo se entiende como el punto de calentamiento antes de empezar a desprender humo, quemarse y, eventualmente, prender fuego. Para el aceite de oliva este punto es cerca de 400°F. Al pasar este valor suele quemarse inmediatamente. Esto incluye los aceites de vírgenes de alta calidad y los refinados.

Si el aceite se calienta demasiado, empieza a descomponerse químicamente, pierde la mayoría de sus antioxidantes, desprende químicos tóxicos en forma de humo y se llena de radicales libres cancerígenos. Por eso si llegara a suceder, lo mejor es no ingerir esa comida.

Cinco consejos

1.  Cortes de carne. El aceite de oliva no permite que el corte de carne quede con una corteza suculenta y si se pasa de cocción quedará un sabor a quemado desagradable. Para algunas carnes, como cordero, un poco de aceite de oliva por encima, después de cocinado, le dará un toque especial.

2. Pescados. Sucede lo mismo que con las carnes.

3. Rostizados. Bien sea pollo o papas, o cualquier otro alimento, el aceite de oliva no es la mejor opción para freír, ya que la temperatura debe ser muy alta, unos 450°F para lograr el efecto crujiente. Mejor utilizar aceite de girasol o canola.

4. Vegetales al horno. Se puede utilizar aceite de oliva, pero dependerá del grado de cocción. Si cocinás a fuego muy alto hay mayor probabilidad de que se quemen los alimentos y queden con un sabor a humo. Lo recomendable es cocinarlo a fuego bajo.

5. Alimentos al wok. Los woks se utilizan para cocinar con calor intenso, los alimentos se cocinan más rápido  absorben menos grasa; pero, también hay que tener cuidado con el fuego alto.