El ADN del mate compartir, dar, recibir y devolver. Armamos la ronda, reunidos alrededor del fuego sagrado el agua, la yerba y el mate. “Tomar mate es la tradición más popular de los argentinos, hoy redescubrimos el ritual. El mate nos acerca, rompe el hielo. Cualquier distancia que existe se va diluyendo con cada cebada, porque frente al mate somos todos iguales”, describe Valeria Trapaga, primera sommelier del mundo especializada en cata de yerba mate, capacitada en Establecimiento Las Marías.

Somos fanáticos

El mate es la bebida que más se toma en el país 100 litros per cápita. “Lo primero que hay que hacer es 'mirar' la yerba, ya que los cuatro elementos que la componen (palo, hoja fina, hoja gruesa, polvo de hoja) deben estar balanceados, deben tener un equilibrio entre la hoja grande y la hoja chica“, explica Trapaga.

¡Vamos a cebar!

1. Llená el mate en sus tres cuartas partes. Cubrilo con la mano y agitalo con la boca hacia abajo, logrando que los componentes de la molienda se mezclen equilibradamente y la yerba quede inclinada sobre el mate a 45° aproximadamente.

2. Humedecé la yerba con agua tibia en esa pequeña cavidad que se formó sobre uno de los costados del mate. Esperá a que absorba, cebá nuevamente y recién después colocá la bombilla.

3. Calentá el agua evitando que hierva: para cebar un buen mate es muy importante que nunca supere la temperatura de 75°C. El agua no tiene que estar a más de 80 y 85 grados, encontrate con la yerba mate no la arruines a 90 grados.

4. Cebá, el ritual de compartir con el otro, la magia de tomar mate