
Comenzaron a restaurar la plazoleta Rincón Español en el centro de San Francisco
Iniciaron con las tareas de reparación del histórico espacio céntrico, que en los últimos años permaneció muy deteriorado y sucio. Además colocarán una estructura para evitar destrozos.
Esta semana comenzó a ser restaurada la tradicional plazoleta Rincón Español ubicada en el pasaje Arturo Zanichelli, pegada a la Plaza Cívica en el centro de San Francisco.
La obra de restauración es llevada a cabo por una empresa privada de la ciudad en coordinación con la Municipalidad de San Francisco. Además le instalarán una estructura para evitar futuras roturas y destrozos.
Lamentablemente en los últimos años el histórico sector se fue deteriorando y sumado a la falta de higiene en el lugar con los excrementos de palomas mostraba un notorio mal aspecto. Además, vecinos del sector indicaron que muchos daños se produjeron porque sus espacios son utilizados por jóvenes que van a practicar distintas actividades deportivas como skateboarding o skate.
Los trabajadores de la construcción iniciaron con el cercamiento de la plazoleta con el fin de avanzar con las tareas correspondientes.
La historia del Rincón Español
El director del Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco, Arturo Bienedell, comentó que el Rincón Español se construyó en la década del 60´cuando comenzaba a desarrollarse el Centro Cívico de la ciudad.
“En el año 1962 se pone en marcha el proyecto del Centro Cívico de San Francisco se planifican los espacios para edificios y plazas. Uno de esos lugares fue destinado para la Sociedad Española con el fin de construir el Rincón Español”, indicó.
“La obra se concretó a partir 1966 en adelante porque era un proyecto importante. La Sociedad Española la realizó la plazoleta en homenaje a José María Villar y Fernández, quien fue gran impulsor de la entidad”, agregó.
En este sentido, Bienedell relató que José María Villa y Fernández fue donante del terreno donde se construyó el edificio de la Sociedad Española.
Agregó que fue un hombre que se dedicó al comercio, agricultura y ganadería. "Era soltero y sin hijos, por lo que cuando falleció por su propio deseo se crea una fundación que lleva su nombre", contó.
Por último, mencionó que actualmente la fundación ayuda al Hogar de Ancianos Enrique J. Carrá, al Cottolengo, entre otras entidades.