La fiscal federal de Villa María, María Marta Schianni (reemplaza a Luis María Viaut, quien está de licencia en la Fiscalía de nuestra ciudad), avanza con la investigación de la causa de la “carne podrida” o “carne con sulfito” que tiene a actualmente nueve  personas -de Frontera y San Francisco- imputadas por presunta asociación ilícita y delitos contra la salud pública.

Días atrás el juez federal subrogante de San Francisco, Roque Rebak, indagó a los acusados de conformar un grupo que se propuso cometer un delito, "en este caso vinculado contra la salud pública”, informó Schianni. Al mismo tiempo, indicó que los nueve imputados, que afrontan el proceso en libertad, negaron los hechos que se le acusan durante las indagatorias.

A mediados de mayo de 2019, la noticia sacudía el estómago de los vecinos de San Francisco y Frontera: el secuestro de casi tres toneladas de carne en mal estado por parte de Gendarmería Nacional, las que eran ofrecidas al público en locales comerciales.

Para ser más exactos, se trató del decomiso de 2.771 kilos de carne de origen animal en avanzado estado de descomposición y no apto para consumo, según informaba Gendarmería Nacional dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación y que se empezaba a ratificar recién en el mes de julio de ese año con el resultado de los primeros peritajes.

Los nombres de los imputados y los roles

Tras la toma de declaración indagatoria, desde la Justicia Federal se informaron los nombres de los involucrados en el marco de la causa: Sergio José Valle, Javier Rodolfo Bessuso, María Macagno, Gisselle Valle, Maximiliano Valle, Gerardo Ángel Novara, Jonathan Córdoba, Rogelio Albano Cabrera y Cristian Lucas Olmos Quiroga.

“Todos están imputados por asociación ilícita y luego individualmente se le fue imputando los delitos contra la salud pública, teniendo en cuenta que en cada domicilio se secuestraron productos cárnicos adulterados de un modo peligroso para la salud”, explicó la fiscal.

En este sentido, la funcionaria sostuvo que estas nueve personas tuvieron diferentes roles que se fueron estableciendo durante la investigación que contó con pericias y allanamientos, entre otras medidas.

Según la investigación, Sergio Valle, Gisselle Valle, Javier Bessuso y María Macagno se desempañaban en la parte de la faena y transporte de los productos cárnicos a Frontera.

En tanto que los otros imputados son los carniceros Maximiliano Valle, Gerardo Ángel Novara, Jonathan Córdoba, Rogelio Albano Cabrera y Cristian Lucas Olmos Quiroga. “Éstos tenían sus puestos de venta con conocimiento de la situación, eran los puntos de venta de los productos alimenticios en forma no apta para la salud pública”, dijo Schianni.

“Por un lado, tenemos el grupo de quienes conseguían los animales en los campos aledaños a estas ciudades, en una cremería abandonada en Colonia San Pedro. Allí obtenían los animales muertos, aunque no apto para consumo humano al estar en descomposición o bien los animales estaban enfermos”, explicó la fiscal.

Según detalló Schianni, una vez realizado este primer paso, los integrantes de esta supuesta asociación ilícita faenaban los animales en esa cremería, los ponían en un tacho con algunos líquidos y los trasladaban a Frontera, a la casa de uno de los jefes de la asociación. Luego de eso se distribuían a carnicerías de San Francisco y la localidad santafesina.

Como se mencionó anteriormente, entre los imputados hay cinco carniceros, mientras que los cuatro restantes llevaban adelante la logística de conseguir el animal y preparar la carne, según se desprende de la investigación judicial. Asimismo, lo que la Justicia al momento no pudo acreditar es si quienes inicialmente vendían los animales a estas personas imputadas estaban al tanto de que luego se iban a faenar y utilizar para el consumo humano: “Como en la cremería funcionaba un criadero de chanchos, aparentemente estos tamberos de campos aledaños vendían los animales para alimentar a esos chanchos”, indicó la fiscal, aunque eso sigue siendo materia de investigación.