A pesar de su perfil bajo, Camila Ferreyra (19) fue noticia durante su adolescencia por una serie de problemas de salud que la afectaron desde sus 13 años, cuando le detectaron un tumor cerebral. La lucha por conseguir los fondos para costear los numerosos viajes y tratamientos hizo que su nombre y el de su mamá, su fiel compañera, fueran noticia más de una vez en nuestras páginas.

Finalmente, y luego de pelearla en momentos muy difíciles hasta con sesiones de quimioterapia, su salud se estabilizó y hoy vive uno de los mejores momentos de su vida.

De pocas palabras, en diálogo con El Periódico se mostró muy feliz con la buena noticia y contó cómo transita este momento: “Más o menos a los 16 años yo quería ya tener un hijo. Por todo el problema que tuve me dijeron que yo nunca iba a poder ser madre y era algo que, por así decirlo, me aterraba, porque yo quería saber lo que se sentía, quería vivir eso. De chica quise, pero yo sabía que no era el momento porque estudiaba. Me puse de novia, estuvimos saliendo un tiempo. Después le comenté a mi pareja (tres años mayor que ella) si quería y me dijo que sí. Buscamos y no pasaba nada. Pensé que no podía por lo que me habían dicho. Después dejé de hacerlo y al poquito tiempo quedé embarazada”, narró.

En cuanto a las sensaciones al enterarse de su embarazo, expresó: “Fue lindo, fue hermoso, mi mamá feliz y contenta”.

“Mi mamá es la única que estuvo siempre al lado mío. En Córdoba era la única que se quedaba conmigo en el hospital”.

La pequeña se llamará Gisela Abigail. El primer nombre no fue elegido al azar, sino todo lo contrario. Es el nombre de su hermana, que falleció. En cuanto a Abigail, es un nombre que a Camila le gustaba desde cuando era pequeña.

Si todo va bien, la beba nacerá a mediados de diciembre. “Ya no aguanto el peso, me cuesta mucho caminar, los dolores, contracciones. Estoy ahí. Ya estuve en el hospital y me dijeron que ya está acomodada para salir, así que estamos esperando”, dijo.

Su vida hoy

Uno de los sueños de ella y su familia era poder abrir una panadería, cosa que lograron. Sin embargo, por cosas de la vida debieron cerrarla. Tras ello, Camila trabajó un tiempo cuidando adultos mayores en centros de salud.

Camila sigue dando lucha y será mamá

“Estuve trabajando un tiempo porque decidí no estudiar más ya que me costaba muchísimo, por el tema de las operaciones y todo eso. Es como que pierdo la memoria, se me van las cosas hasta el día de hoy, hasta me olvido cuando voy a comprar. Tengo que traer algo y me lo olvido, es continuamente. Así que decidí no estudiar y estaba trabajando, cuidaba personas mayores en las clínicas, pasando las noches. Y con todo esto de que empezó la cuarentena tuve que dejar. Dejé de trabajar y a la semana me enteré que estaba embarazada, así que con más razón”, comentó.

Controles

Por los problemas que tuvo en su salud, todavía sigue con controles: “Por ahí me saben agarrar dolores en la parte de la válvula que me asusto y tengo miedo, porque ya me la cambiaron dos veces. Y a mi mamá le dijeron que una tercera vez sería muy complicado, de alto riesgo, y no sabían si yo iba a salir bien. Tengo que ir a un control ahora, pero se complica un poco. La semana que viene tendría que estar viajando”.

Párrafo parte utilizó Camila para su madre Silvia, su sostén: “Mi mamá es la única que estuvo siempre al lado mío. Estábamos las dos solas viviendo en Córdoba y ella era la única que se quedaba conmigo en el hospital. Yo me despertaba y la veía a ella y hasta el día de hoy está siempre al lado mío”.