Tras la segunda jornada del juicio a Julieta Gutiérrez (22) y Emiliano Álvarez (29), acusados de matar a golpes a Aaron Peralta, el hijo de la mujer de 15 meses, el abogado defensor Sergio Goirán dio sus impresiones.

El letrado, que defiende a la mujer, opinó que este miércoles hubo "pocos testigos" (fueron cuatro) y resaltó los testimonios de dos de ellos.

"Hubo pocos testigos, en general estamos dando vueltas siempre sobre lo mismo, los testigos importantes fueron los de ayer. Hoy un amigo de Emiliano explicó qué había pasado el día posterior de que fue enterrado el chiquito, qué le manifestó y por qué le pidió ayuda. Eso me pareció importante para nuestra defensa corroborando la posición de que ella no estuvo esa noche. Y la testigo que salió con mi defendida la noche que fueron al boliche y lo dejaron solo al concubino con los chiquitos, que fue cuando ocurrió el hecho", dijo Goirán.


El letrado, que cuestionó a uno de los testigos que llevó a la pareja y al bebé al Hospital Dr. José Sauret de Morteros por opinar sobre el hecho y el comportamiento de los imputados, sostuvo: "Es lógico, los testigos tienen que declarar sobre los hechos que conocen y por los que se los convocan y no dar su opinión. Si vamos a convocar a una persona para que opine convoquemos a todo el barrio para ver que opina, tiene que dar su opinión sobre el hecho por el que se le pregunta, es una opinión personal que no tiene valor". 

Luego de adelantar que pedirá la absolución de su defendida, manifestó: "Estamos ante un hecho muy grave, la pena no es otra que la prisión perpetua. El tribunal en este caso valorará si es o no es, creo que tiene elementos a su favor, incluso el beneficio de la duda porque no es la autora material del hecho, ella no lo golpeó".

Asimismo, consultado sobre su opinión acerca del testimonio de una vecina que denunció haberla visto maltratando verbalmente a sus hijos, dijo: "Hay que entender que es un ambiente de marginalidad, gente criada sin instrucción, acostumbrada por sus padres a golpear y ella también golpeaba. Pero en este caso habló de violencia verbal. A lo mejor no sabe cómo corregir a un chico, entonces insulta. Eso es lo que quiso decir, improperios".

Por último, y sobre lo que trascendió de que el pequeño ingresó al hospital morterense con la lesión en el cuello maquillada, dijo: "Hay varias versiones del maquillaje, que fue otro chiquito, que fue la madre. Nadie vio nada, no sabemos quién lo hizo".