Algunos de los efectos secundarios de esta droga fueron reproducidos en el segundo capítulo de la undécima temporada de Los Simpson. En ese episodio el director Skinner diagnostica que padece Déficit de Atención. No lo ve un psicólogo ni un médico, y eso también refleja una situación común: un docente diagnostica en forma arbitraria. Skinner advierte a Marge y Homero que si no medican a su hijo, se verá obligado a expulsarlo. Con el fármaco, Bart mejora el comportamiento, pero es tal el nivel de paranoia y malestar físico que tiene por los efectos secundarios, que los doctores anuncian que le quitarán la droga. Así, la serie buscó concientizar sobre los riesgos de un diagnóstico errado y cómo se transforma a un chico travieso en un enfermo.