Según los pequeños comerciantes de la ciudad, donde llega un supermercado chino “hace daño”. ¿Qué significa? Que las ventas de los almacenes y proveedurías disminuyen y que la competencia con los orientales se les suele hacer costa arriba a los pequeños comerciantes locales. Pese a ello, desde el área tributaria del municipio le confirmaron a El Periódico que en el último tiempo no se dieron bajas de comercios de este tipo. Además señalan que en épocas de crisis suelen surgir más.

En la actualidad funcionan seis establecimientos comerciales cuyos propietarios son de origen chino más uno con sus características, aunque a nombre de un argentino. También hay dos establecimientos comerciales que están esperando la factibilidad para poder funcionar, algo que el gobierno municipal todavía no les concedió y que puede generar en el corto plazo un litigio.

Ante la avanzada de los comerciantes orientales, en abril último el Concejo Deliberante decidió no permitir más habilitaciones de supermercados de mediana superficie –de hasta 750 metros cuadrados- por 180 días.  La iniciativa surgió tras un pedido del Centro Empresarial y de Servicios (CES), los Comerciantes Minoristas y almaceneros particulares. No obstante, los emprendimientos que esperan obtener la factibilidad iniciaron los trámites el año pasado, por lo que no son contemplados por la ordenanza.

Larga espera

Mario Ruiz, abogado que representa a comerciantes chinos, explicó a El Periódico que el trámite de la factibilidad y habilitación de estos negocios se iniciaron anterior a la ordenanza aprobada en abril de este año, sin embargo indicó que “todos los días aparece un requisito nuevo que cumplir”.

Ruiz agregó que “desde septiembre del año pasado no se resuelve un trámite que debería haberse resuelto en 15 días”.

Almaceneros y algo más

Hugo tiene su despensa hace 39 años sobre avenida Rosario de Santa Fe, en barrio Hernández. A metros de su negocio se erige un galpón donde funcionará, una vez que se habilite un súper chino: “No sé si una vez que funcione me va a perjudicar, más que preocupación lo que tengo es incertidumbre”, reconoció.

El comerciante reconoció que probablemente las ventas en almacén disminuyan, aunque confía en su clientela de siempre y en la venta de sus productos de panificación, que ellos mismos producen.

Por otra parte, la propietaria de una proveeduría ubicada a metros de un supermercado chino en funcionamiento (quien no quiso se la identifique) mantiene que la competencia es “desleal”. La comerciante indicó que los pequeños comercios compran la mercadería a un precio mayor y que además suelen ser castigados con los impuestos.

“Hago la mía, no cambié mi forma de trabajar. Sí agregué la venta de comida preparada, lo que hoy me genera venta y mucho más que los productos de almacén”, sostuvo.