Un relevamiento de la canasta alimentaria realizado por estudiantes de la carrera de Contador de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), muestra un aumento del 95 por ciento en los precios de alimentos entre octubre del año pasado y mismo mes de este 2022.

El relevamiento demuestra cómo fue la evolución de precios de una canasta propia de alimentos, compuesta por 49 productos y divididos en cinco rubros.

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Las subas más significativas se dieron en los ítems Frutas y Verduras (120%) y Harinas y Cereales (107%). El informe sostiene que existe un pronóstico sombrío en cuanto a su futuro por la sequía que azota al sector productivo.

Respecto al primero sobresalen los incrementos en la cebolla, 800%; papa, 415% y zapallito, 215%. El informe advierte que actualmente se nota una disminución en esos productos, particularmente la cebolla que llegó a unos 500 pesos por kilo y ya figura en algunos puntos de venta a menos de 300 pesos.

Curiosamente el tomate registraba casi el mismo precio que en 2021.

Las verduras y las frutas, entre las que lideraron las subas.
Las verduras y las frutas, entre las que lideraron las subas.

El rubro Carnes, en tanto, que había liderado subas en años anteriores, pasó a ser el de menor aumento en ese lapso de un año: 84%.

En Lácteos el incremento fue del 103%, mientras que en Bebidas del 97%.

Los lácteos aumentaron más del 100 por ciento.
Los lácteos aumentaron más del 100 por ciento.

Entre las conclusiones, el informe destaca que se trató de un año el actual con fuerte devaluación del peso, donde el país sufre los efectos de la emisión desmedida ocasionada por la pandemia y el aumento internacional de los precios de los alimentos a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania.

“Hubo sin dudas un traslado a precios, el que en estos momentos se intenta calmar a través del programa denominado Precios Justos, que consiste en un acuerdo de precios con una tolerancia a la suba del 4% mensual por cuatro meses como medida para calmar las expectativas inflacionarias para el año próximo y se avanza en el frente fiscal para cumplir con el entendimiento con el FMI para llegar a déficit cero en 2024”, se analiza. 

Relevamiento 

El presente trabajo –se aclara- no intenta ser un índice de precios al consumo, ni indicador de costo de vida o inflación. Tampoco es una canasta básica alimentaria, no posee ponderaciones y solo pretende medir la evolución de los precios promedios de una canasta propia compuesta por 49 productos alimenticios relevados en cuatro puntos de venta de la ciudad.

Fue realizado entre los días 17 y 28 de octubre por los alumnos: Badino Delfina, Cerutti Camila, Bach Valentina, Miguel Sofía, Córdoba Ignacio, Forni Ignacio, Baronetto Cintia, Díaz Joaquín y Forti Braian, bajo la coordinación del profesor Lucas Cornaglia.