Tras el intento de femicidio este lunes en barrio Jardín cuya víctima fue Viviana Galarza, el fiscal de Delitos Complejos Bernardo Alberione se refirió a la causa que tiene como detenido al agresor Fabián Pereyra y a la actuación de la Justicia en esos casos. Entre otras cosas, el fiscal destacó la importancia del trabajo de prevención, la participación de testigos y la difusión de las herramientas que tienen las víctimas.

¿Qué opinión le merece el caso de esta semana?

De gran preocupación, por la reiteración de estos casos, por el daño que causan, no sólo entre víctima y victimario, sino también los colaterales.

¿En cuántas causas por violencia de género trabaja?

Son muchas, son variadas, cada una es distinta y en cada una hay que conocer cuál es el grado de peligro real para adoptar las medidas que tenemos que adoptar principalmente en caso de que el riesgo sea inminente o grave.

¿Cuán importante es el involucramiento de testigos?

Es fundamental la participación de la comunidad, porque cuando nosotros tenemos una denuncia por violencia de género tenemos a dos personas o al menos a una que está alterada por la situación violenta, pero no tenemos un marco referencial para saber cuán grave es la situación. Entonces es muy importante la participación de la ciudadanía en esto.

¿Cómo puede colaborar la ciudadanía?

Nosotros para tener una idea de lo que está ocurriendo y de la gravedad, para utilizar las herramientas que tenemos en la proporción adecuada con el riesgo generado, necesitamos de las asistentes sociales o de la Policía que enviamos a hablar con los vecinos. Si el vecino se aísla y dice que no escuchó nada, que no sabe nada y que no pasó nada, siendo que sí ocurría algo, es un escollo muy grande que tenemos que superar porque minimizamos situaciones que son graves o agravamos situaciones que no requieren uso de medidas procesales como la detención.

¿Son más los que hablan o los que callan?

Se está hablando más, no hace falta hablar directamente, hace falta decir la verdad a los comisionados que enviamos a los lugares para las investigaciones o a los asistentes sociales que los visitan.

¿Hay casos en que la denuncia la radica un tercero?

Hay, y en esos casos iniciamos investigaciones tratando de ver qué es lo que está pasando. Siempre tratamos de preservar el testigo. Se trata de cuidarlo en todos los aspectos.

¿Cuántas denuncias por violencia de género llegan a Tribunales?

Tengo conocimiento de que son muchísimas, y requieren un tratamiento muy particular porque todas son distintas y la evaluación de riesgo es muy difícil.

¿Siente que se les da una respuesta satisfactoria a todos los casos?

Yo entiendo, y hablo por mí, que nosotros tratamos de darles a todos la mayor atención que podemos. Nunca es toda la que quisiéramos darle, pero entiendo que se puede, que está la fiscalía armada como para dar respuesta.

¿Cuánto puede demorar una causa por violencia de género en resolverse?

Los tiempos son muy relativos. La investigación de un hecho depende de un montón de circunstancias fácticas que varían causa a causa. De cualquier manera entiendo que en lo que respecta a San Francisco la distancia entre el hecho y el juicio no es muy larga, es razonable con los medios que contamos.

¿Qué herramientas de prevención hay?

Cada caso de violencia de género es distinto, lo importante acá es evitar el resultado trágico para después trabajar en la eliminación de la violencia. Hay herramientas, hay gente que trabaja en esto, hay dónde acercarse. Hay que generar un marco de tranquilidad de seguridad para que la persona se acerque sin problemas para manifestar lo que está viviendo.

¿Eso es lo que está faltando, que la gente pueda acceder a la Justicia?

No, yo creo que la gente tiene que conocer que hay medios para salir de las situaciones de violencia, la Justicia no está tan lejos, tampoco está tan cerca, pero no es inaccesible y debe ser posible hablar con alguien que nos brinde una respuesta o una herramienta para tratar de solucionar el hecho de violencia.

¿Cómo trabaja la Justicia y cómo se define la carátula del caso?

Cuando tenemos un hecho tenemos que decidir qué medida procesal tomar. Si detener o no. Si detenemos, en función de qué figura penal, que es la que nosotros evaluamos que corresponde al primer conocimiento que tenemos en el lugar del hecho. El hecho que se va investigando va mutando. Esa mutación hace que la clasificación vaya variando a lo largo del proceso, en calificantes o en atenuantes, o desvirtuando el hecho. La calificación que nosotros damos al inicio es la calificación inicial. Con los elementos que tenemos se puede justificar una medida coercitiva, que es la detención de alguien. Después de eso vamos viendo si hay antecedentes de denuncias, si el hecho deriva de violencia de género, porque para tipificar un femicidio no basta el hecho de estar casados. De cualquier manera es bueno que se sepa que la pena es la misma. El homicidio calificado por el vínculo y el femicidio tienen la misma pena, que es la cadena perpetua, es perpetua o nada. Entonces la prueba es complicada, estamos jugando al todo o nada. 

¿Encuentra algún patrón en estos casos de agresiones?

Entiendo que tiene que ver mucho las adicciones, porque bajan barreras. Antes teníamos la adicción al alcohol, hoy le podemos poner cualquier nombre, es decir, cualquier sustancia que altere los frenos inhibitorios que son los que pueden dar una oportunidad para que uno recapacite y así evitar consecuencias trágicas.