Una mujer de 79 años desapareció por algunas horas de la residencia para ancianos en la que vive para ir a hacerse un tatuaje acompañada por su nieta en un local de Londonderry, en Irlanda del Norte,  .
 
El hijo de Sadie Sellers, Tony, llegó a visitarla a la residencia geriátrica donde vive desde hace más de un año pero se encontró con que un dormitorio desierto y una silla de ruedas vacía. El hombre casi sufre un colapso nervioso pero llamó a su hija, Samantha, que le informó que la anciana estaba con ella."Yo pensé: '¿Qué demonios está pasando acá?' y Samantha me dijo: 'Sí, la abuela está acá conmigo' y me pidió que las encontrara en un local cerca del centro", explicó el hombre de 57 años, que salió disparado para el estudio Seventy-Six, informó el sitio inglés  Daily Mirror . "En ese momento supe que algo pasaba, pero no podía imaginarme qué era", expresó el hombre. Cuando llegó al local, el tatuador Ciaran Ward ya casi había completado el corazón en el antebrazo izquierdo de Sellers para regocijo de su nieta de 22 años.
"Es una mujer de huesos delicados y por eso está en silla de ruedas, pero parece que eso no la detuvo. Por lo general es muy prolija y ordenada, pero a puertas cerradas es mal hablada como un marinero", aseguró Tony sobre su querida madre. Además, el hombre sospecha que la abuela de 11 nietos ya está planeando su segundo escrache. Sadie, por su parte, está feliz con el tatuaje que se hizo y no busca la aprobación de nadie en su familia. "No me importa un corno", aclaró la mujer.

Fuente: Minutouno.com