A 8 años del Caso Chocolate: la muerte que agitó un verano en San Francisco y el país
El 10 de enero de 2017 la muerte de Chocolate, un cachorro que fue despellejado vivo, provocó una catarata de reacciones sociales y jurídicas.
Ocurrió en un tórrido verano de 2017 cuando todavía resonaban los ecos del año nuevo, pero de repente San Francisco se vio conmocionado por la crueldad de la que fue víctima un cachorro al que cariñosamente se lo llamó Chocolate.
El cachorrito fue atacado un 2 de enero y murió el 10 de dicho mes, días después de haber sido despellejado vivo en barrio La Milka de San Francisco.
Como no había ocurrido nunca en la ciudad luego de conocerse el triste desenlace hubo una masiva manifestación en San Francisco y también en otras ciudades del país. La misma actitud se replicó en ciudades como Córdoba, Buenos Aires, Catamarca y Rosario.
El 10 de febrero de 2017 por iniciativa de Arquitectos Sociales se inauguró un memorial para recordar al cachorro. La escultura está emplazada en lo que ahora es el Paseo del Ferrocarril, en la intersección de Bv. Roca y Garibaldi. Allí estaban sus cenizas, hasta que desconocidos vandalizaron el lugar y se las llevaron.
Como guiño del destino, el memorial mira hacia el edificio de Tribunales y tras conocerse su muerte por Chocolate se pidió justicia.
Su caso derivó en un juicio histórico contra un hombre que fue condenado por ese aberrante hecho, su nombre Germán Matías Gómez quien pasó 22 días detenido mientras seguía la investigación. Cabe destacar que luego presentó un recurso de casación que fue rechazado por la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia que confirmó así la decisión de Cámara.
El juicio se realizó en mayo de 2018 y la Cámara Criminal de San Francisco halló culpable Gómez por los delitos de violación de domicilio y maltrato animal. La pena que recibió fue de un año de prisión condicional.
El proceso fue histórico porque no había existido un caso que llegara al debate oral y público, generalmente se acordaba la suspensión de juicio a prueba, sin embargo, el cachorrito llegó a cambiar la historia.
El caso de Chocolate caló hondo en toda la sociedad, mucho más allá de las fronteras de Argentina. La tortura que sufrió se replicó lamentablemente en otros casos en el país y los titulares siguen diciendo “Como a Chocolate”, ese perrito despellejado vivo en un tórrido verano de San Francisco.