Mario Virglinio, un vecino de Frontera, se las ingenió para darles una vida más a las famosas máquinas arcade de la época de los ’80 y los ’90, a las que fabrica él mismo. Con algunas ya creadas, espera llegar a poner un salón recreativo para divertirse con los clásicos “jueguitos electrónicos” o “fichines”, pero también en el que se puedan exponer objetos de aquella época. Además, sueña con organizar torneos de juegos ochentosos.

La idea de fabricar este tipo de máquinas surgió hace algunos pocos años cuando, trabajando en eventos sociales en los que ponía música, detectó que los más pequeños solían aburrirse y no tenían mucho que hacer.

“Arranqué en 2016 poniendo música en eventos nocturnos como casamientos, fiestas de 15 o cumpleaños. Y a los pocos meses vi la necesidad de ofrecer algo a los más pequeños que asisten a esos eventos porque a veces los chicos se aburren. Entonces se me ocurrió a finales de 2016 fabricar un arcade para entretener a esos chicos. Y a partir de entonces empecé a llevarlo a los eventos”, explica Virglinio, quien tiene formación en ingeniería electrónica.

Según cuenta, una cantidad considerable de chicos probaron la máquina arcade que llevaba y se divirtieron en estos eventos.

Características de las máquinas

Las máquinas que fabrica Virglinio permiten que jueguen dos personas al mismo tiempo. Cuentan con dos palancas y seis botoneras. Tanto las palancas como los botones están iluminados con leds de alta intensidad, por lo que se destacan en cualquier momento del día en que se prendan las máquinas.

“No tienen ficheros, jugarías gratis. Hay una botonera que simula la ficha que da la entrada al juego. Tiene 16793 juegos cada arcade. De esos, 2800 son los clásicos ‘fichines’, que jugábamos en los ‘80 y los ‘90”, agrega.

La primera versión de su máquina fue realizada en 2017 pero el sonido no era de buena calidad, sino que utilizaba los parlantes que generalmente se usan en las computadoras. Así fue que en 2018 decidió fabricar una potencia, logrando un buen sonido estéreo.

¿Vuelven los “jueguitos”? Proyectan un salón recreativo en Frontera

“En dos semanas fabriqué dos, ahora falta una tercera. Compro la madera cortada y después le voy dando la forma con herramientas que tengo, lo hago todo yo. Los juegos se bajan de internet, pero todo lo demás está fabricado acá, en Frontera y San Francisco”, dice.

Un salón de juegos y torneos, los objetivos

Los objetivos del fabricante son varios, pero el principal es poder construir un salón recreativo para que quienes gusten de estos juegos puedan utilizar las máquinas.

El mismo funcionaría en su casa, ubicada en barrio Los Federales de Frontera.

Pero a la vez, su idea es que puedan realizarse torneos con juegos de la época. “Uno de los arcade que fabriqué estuvo en un bar céntrico unos dos antes de que venga la pandemia y sé que se juntaban los lunes y martes a competir”.

¿Cuánto cuesta?

El precio de una máquina arcade ronda los 90 mil pesos. “Tiene una pantalla de 22 pulgadas ultra high-definition, alta fidelidad, palancas de industria nacional y una computadora adentro con los videojuegos. Y tiene una memoria muy grande y difícil de conseguir”, precisa Virglinio.

El secreto del éxito

Para Virglinio, las máquinas que fabricó hasta el momento tuvieron buena aceptación, pese a que no son de la época, por dos cosas: primero, por la nostalgia que causan en aquellos que vivieron su auge, en las décadas pasadas, pero en los más pequeños por la novedad que les significó.

“Creo que a los chicos les impactó la novedad, porque para ellos es una novedad, más allá de que para nosotros sea una cosa vieja. Ellos nacen con la Play Station y con las netbook del gobierno o tablets y nunca en su vida vieron un arcade. Yo creo que eso les llamó la atención, la forma y los juegos. Los juegos en la época nuestra no tenían la misma violencia que tienen los juegos ahora”, dijo.