El nombre de Valentino Ponce resonó el fin de semana pasado cuando El Periódico compartía una nota a sus padres Jorge y Paola Favot. El pequeño de San Francisco, de tan solo 2 años, lucha contra el cáncer infantil y le da pelea con un intenso tratamiento en la Clínica Vélez Sarsfield de Córdoba Capital.

Ahora el pequeño vuelve a ser noticia luego de que amigos y familiares completaran la iniciativa de "mil grullas" por Valentino, con el objetivo de cumplir el máximo deseo: ganar la batalla. 

En las últimas horas, Malena Galarza, compartió imágenes a través del Instagram @valeponce43, donde muestra que gracias a la colaboración de muchas personas lograron cumplir el objetivo para Valentino.

(Video) Lucha contra el cáncer: Valentino ya tiene sus mil grullas

La leyenda

Una antigua leyenda japonesa promete que cualquiera que haga mil grullas de papel recibirá un deseo de parte de una grulla, tal como una vida larga o la recuperación de una enfermedad.

Las mil grullas de origami se convirtieron en símbolo de paz en Japón, debido a la historia de Sadako Sasaki (1943-1955),1​ una pequeña niña japonesa que deseó curarse de su enfermedad producida por la radiación de la bomba atómica (leucemia) construyendo mil grullas.

Valentino lucha contra el cáncer: entrevista a Claudia Gómez, amiga de la familia.

Valentino, el bebé guerrero que le da batalla al cáncer junto a su familia

“El cáncer no espera, no elige”, con esa dolorosa pero concreta frase cerraban la entrevista los padres de Valentino Ponce, un bebé de 2 años de San Francisco, que le da pelea una grave enfermedad en la Clínica Vélez Sarsfield de Córdoba capital.

En la familia Ponce, de barrio Jardín, todo parecía estar bajo control. Jorge (38) y Paola Favot (32) formaron pareja y tuvieron dos hijos, Ignacio (6) y Valentino (2). Pero de un día para otro sus vidas cambiaron con una impactante noticia en abril pasado: al más chiquito de la familia le diagnosticaron un cáncer.

(Video) Lucha contra el cáncer: Valentino ya tiene sus mil grullas

Desde ese momento, iniciaron un camino de cargado nuevas y duras experiencias, lucha y amor. Abrieron un mundo nuevo que para ellos era desconocido, con un niño que pasó de ser un bebé alegre y feliz a un paciente oncológico sometido a un cruel tratamiento que afronta como un “guerrero”.

El diagnóstico de Valentino es Neuroblastoma estadío 4 de alto riesgo, un tipo de cáncer raro que se presenta normalmente en bebés y niños: “En el caso de Valentino, el tumor principal se forma en la glándula suprarrenal izquierda con metástasis en la médula y también tiene afectada la parte ósea”, indicaron los padres; ella docente del secundario, y él empleado metalúrgico.

A la vez, agregaron que los médicos le están aplicando a su hijo el tratamiento más agresivo que consiste en cinco bloques de quimioterapia, cirugía, radioterapia, autotrasplante de médula e inmunoterapia.

La peor noticia

Valentino tenía apenas 18 meses de vida cuando comenzó con los primeros síntomas: disminución del apetito, pérdida de peso, vómitos e irritabilidad, pero en un primer momento los profesionales médicos de San Francisco lo asociaban a un problema en las vías respiratorias que había tenido y a una gastroenteritis.

Semanas después apareció algo que llamó la atención de todos: “El detonante fue un bulto detrás la oreja y que se negaba a caminar”, remarcaron.

Llegó el 26 de abril, tras un análisis de sangre y tomografía, el pediatra los derivó a Córdoba porque los valores eran anormales y tenían que consultar con especialistas en oncología.

“Con un bolsito en una mano y a Valentino, en la otra, emprendimos viaje. Ahí comienza todo”, manifestaron los padres del pequeño.

“Los días posteriores fue sometido a hisopados, análisis, cultivos, tomografía, ecografía, resonancia, punción de médula, punción del tumor principal, examen de catecolaminas en orina y centellograma óseo”, detallaron.

La lucha de la familia

“Que te digan que tu hijo de 1 año y 10 meses tiene cáncer es algo que no te esperás nunca.  Nadie está preparado para eso, nos costó mucho asimilarlo porque la palabra cáncer se asocia con el más triste de los pronósticos”, remarcan los padres de Valentino. 

En este contexto, explicaron todo lo que tuvieron que cambiar: “De un día para el otro tuvimos que dejar nuestra casa, nuestro barrio, nuestras familias, nuestros afectos, nuestros trabajos y entrar en un ´mundo desconocido´ donde la incertidumbre nos acompaña todos los días”.

“Es un desgaste físico y emocional importante que solo conocen quienes pasaron por este momento”, dijeron.

“Hace 4 meses que estamos acá y llevamos 90 días de internación. No es mucho el tiempo que estamos juntos pero lo aprovechamos. Como familia somos muy unidos y disfrutamos del tiempo compartido”, destacaron.

“Nuestra prioridad es mantenernos fuertes y poder transmitirles eso a nuestros hijos aunque aprendemos de ellos todos días”, sostuvieron Jorge y Paola.