Un sillón de buen tamaño logra una delimitación mucho más eficaz que varios objetos pequeños, ya que traza una línea imaginaria y a la vez deja que circulen el aire y la luz.

El living suele ser un espacio central, el lugar del esparcimiento, la charla y la lectura. De ahí que su distribución deba potenciar su capacidad y la convivencia armoniosa. Algunas claves para lograrlo: liberar zonas de paso y sacar partido a los rincones.