Genoveva González, la mujer de 91 años que esta mañana llevó un arma a jefatura para reclamar por la usurpación de su casa, habló con El Periódico y dio su versión de los hechos. Contó que es la segunda vez que le usurpan la vivienda que era de su mamá en calle Olmos al 400. La última denuncia la radicó el 25 de enero. 

"Yo fui con el revólver esta mañana porque el otro día me usurpó la casa un tipo y no lo podemos sacar. Me dijeron que lo iban a sacar al otro día y no lo han sacado. Hace como diez días que está en mi casa junto a una mujer. Ayer fui a la policía y les dije, y esta mañana volví a ir, pero esta mañana fui y les llevé el revólver. Les dije 'si ustedes no lo sacan por las buenas yo lo saco a tiros' y ahí les muestro el revólver. Me lo quitaron y me quitaron la cartera con la plata y con los documentos de los médicos que tenía adentro, no me devolvieron nada", contó la mujer.

González contó que no puede salir de su casa: "Me han procesado. Vivo solita, tengo 91 años, faltan cuatro meses para los 92, y no puedo ni ir a la carnicería a comprarme la comida".

"Me usurparon la casa y no los puedo sacar"

La casa usurpada

Respecto a la casa, la mujer explicó que era de su madre y es la única heredera."Tengo los papeles. La casa está sobre Olmos al 400, a una cuadra del hospital, ahí está la casa de mi madre. Están la madre y el hijo adentro. Está usurpada hace dos semanas por lo menos, o tres". 

Según le contó la mujer a nuestro medio su intención es venderla para realizar el último viaje de su vida a Portugal para rastrear las huellas de sus ancestros. 

"Esta mañana me tuvieron desde las nueve y media hasta las cuatro de la tarde en la jefatura, como 'bola sin manija'. Me llevaron al hospital, después me trajeron a mi casa, y yo les pregunté a qué me llevaron. Les dije 'qué ganas de hacerlo levantar de la siesta al doctor si yo me siento diez puntos'. Sí, tenía la tensión a 14, pero demasiado baja para la bronca que he comido y demasiado baja con 91 años, casi 92. Que me hayan basureado como me han basureado. No te imaginás la cantidad de papeles que han hecho, la cantidad de veces que me marcaron los dedos. Es la primera vez en mi vida que me marcan los dedos", narró Genoveva.

Sobre el arma, la mujer confirmó la versión policial: "Se las enseñé y les dije que si no hacían nada iba a hacer algo yo por mano propia. Me trataron bien, salvo el que me vino a quitar el bolso, ese me trató mal porque yo no se lo quería entregar. Sólo quiero saber si me lo van a devolver".

Por último, la mujer se lamentó que mientras realizaba el reclamo sufrió un robo en la vivienda donde ella habita: "Mientras yo estaba allá (por la jefatura), en mi casa de Frontera donde vivo, tenía un ladrón en el patio, qué te parece. Los vecinos vinieron a avisarme, ellos lo vieron al tipo adentro de mi casa".

A la mujer le molestó que le hayan secuestrado su revólver, arma que, según ella, cuenta con papeles y que la tiene como protección.