La medicina forense, también llamada medicina legal, es la rama de la medicina que aplica los conocimientos médicos y biológicos necesarios para la resolución de los problemas que plantea el derecho. El médico forense o legista es el que auxilia a jueces y tribunales en la administración de justicia, determinando el origen de las lesiones sufridas por un herido o la causa de la muerte mediante el examen de un cadáver.

En nuestra ciudad el doctor Mariano Pispieiro, desarrolla esta actividad con dedicación y en diálogo con El Periódico explicó algunos pormenores de su trabajo.

¿Qué diferencia hay entre un médico legista y un médico forense?

El médico legista es un asesor, un perito de la justicia a partir de la parte médica. El forense, es un cargo. Para ser médico forense primero tenés que tener la especialidad. 

¿Por qué decidiste ser médico legista?

Desde un primer momento fui médico policial, ingresé cumpliendo la función de médico legista. Suplantaba al doctor Mario Vignolo cuando él no estaba. Y ahí se despertó esta pasión. La medicina legal es apasionante.

¿Cómo es tu trabajo?

Por un lado hacemos pericias médicas. Aportamos a la fiscalía el tipo de lesión, cómo fue, el tiempo de rehabilitación, si estuvo o no en riesgo la vida.También hacemos autopsias. Dicen que los cadáveres hablan y es así, nos aportan información que después nosotros se la entregamos a los fiscales. Hacemos pericias en abusos, recogemos muestras, pruebas de ADN. Hacemos exhumaciones cuando hay dudas.Trabajamos a la par de los fiscales aportándoles las cuestiones médicas. Es una cuestión de feedback mutuo con la justicia y la policía.

¿En qué casos notorios trabajaste?

Muchos. Trabajamos en todo el Departamento San Justo junto con el doctor Mario Vignolo. Uno de los casos más notorios en los que trabajé fue en el del asesinato de Natalia Vercesi.

¿Cuáles son las mayores satisfacciones que te da este trabajo?

La posibilidad que uno tiene de ponerse en el terreno de la neutralidad. Uno no es juez, no es fiscal, no puede dar un veredicto, sólo ayudar desde la parte médica. Es esa satisfacción de usar la ciencia para poder encontrar algún indicio o rastro que ayude al esclarecimiento.

¿Cómo separás lo emocional de lo profesional?

Es difícil. Uno tiene que abstraerse. Mucho me ayuda que yo no soy de San Francisco. Por ahí me toca hacerle la autopsia a un nene, y llego a casa y lo lleno de besos a mi hijo. Me acuerdo que uno de los primeros casos que me movilizó mucho fue un accidente donde colisionaron dos autos en donde venían dos familias. Habían muerto 13 personas de las cuales 9 eran niños. En ese caso me tocó trabajar y me pegó fuerte.

¿Qué opinás de las series televisivas donde se ve el trabajo de médicos legistas?

La base es real. Hay mucho de fantasía también. No tenemos la misma tecnología. Además, en Hollywood siempre triunfan los buenos. Y no siempre es así.