Desde el Centro Trans San Francisco manifestaron su alegría y orgullo por el trabajo que obtuvo Araceli Acosta, que se transformó, de esta manera, en la primera mujer trans en acceder a un empleo digno.

Brenda Cappellino, una de las representantes del centro local, remarcó que se trata de un gran logro para la comunidad en la ciudad. “El caso de Araceli se trata del primer trabajo formal al que accede una mujer trans, porque más allá que Débora Andino se encuentra desde hace muchos años realizando tareas en la municipalidad, ella había ingresado como varón y el proceso del trámite de cambio de género lo hizo ya trabajando”, señaló.

Además Cappellino subrayó que uno de los objetivos de este año del Centro Trans es llevar a la práctica la lucha por sus derechos: “Desde que comenzamos a visibilizarnos como comunidad la idea es insistir en el cupo laboral trans no solo en el Estado sino también en el sector privado. Por eso, algunas de chicas retomaron sus estudios secundarios y otras se están capacitando en distintas actividades para lograr que se sigan  abriendo puertas en distintos trabajos”.

Para muchas integrantes de este espacio la única salida laboral es el trabajo sexual, salvo contados casos en el que tanto Brenda como Jimena se dedican a la costura. “Por eso lo de Araceli tiene que servir de ejemplo para todas, que pese a la cuarentena seguimos en la lucha por nuestros derechos", insistió.

Sin novedades

En marzo de este año el Centro Trans de San Francisco finalizó su proyecto de inclusión laboral y pidió una audiencia con el Poder Ejecutivo local para avanzar en el reconocimiento de sus derechos, sin embargo, todavía no obtuvieron respuesta oficial en medio de la pandemia por el coronavirus.

Entre los puntos destacados pedían que el cupo laboral trans represente un porcentaje del 1 al 3% de los empleados que el municipio posea en planta permanente. Además, solicitaban la capacitación por parte del Gobierno municipal y que éste también incentive a las organizaciones privadas a tomarlas.

Asimismo reclamaban una pensión de reparación histórica a las mujeres trans por las detenciones sufridas durante la dictadura militar de entre 1976 y 1983.