Desde el comienzo de la pandemia se habló de la importancia de ventilar, aunque quizás como algo no tan importante. En sintonía con la evidencia que sugerían los estudios científicos y un cambio de postura en la OMS, el Gobierno de Córdoba emitió en noviembre nuevas recomendaciones para prevenir contagios, en los que principalmente subrayó la concientización sobre los aerosoles y la importancia de la ventilación en ambientes.

"A las medidas de prevención ya difundidas desde el inicio de la contingencia sanitaria, se suma la concientización sobre los aerosoles generados al respirar, hablar, gritar, toser o cantar, la importancia de la ventilación de ambientes en los que circule aire continuamente, y la propuesta de que la comunidad utilice las denominadas burbujas de encuentro entre las mismas dos o tres personas", informó la Provincia en un documento de noviembre pasado.

"En una habitación cerrada, aunque dos o más personas se encuentren distanciadas, la concentración de aire exhalado se va acumulando y pueden terminar inhalando el virus. En este sentido, la recomendación es mantener la ventilación de los ambientes, en los que circule aire continuamente, y en lo posible, optar por actividades al aire libre", agregaron.

En este sentido, el director del Hospital Rawson y coordinador del equipo de asesores del Ministerio de Salud de Córdoba, Miguel Díaz, consideró que la ventilación es "un elemento más" en la prevención de los contagios, pero aclaró que no se deben relajar los otros ya conocidos y que señaló como fundamentales: uso correcto del barbijo, distancia social e higiene de manos. 

En diálogo con El Periódico, Díaz resaltó que el uso del barbijo muchas veces todavía no es el adecuado en la población. "El uso del barbijo no es consistente ni correcto, y hay que insistir mucho en eso. El uso correcto significa que no se lo debe tocar, como se lo tocan frecuentemente. No debe estar por debajo de la nariz, como sucede habitualmente. Tampoco es una bufanda o un pañuelo, como se ve habitualmente. Este uso consistente del barbijo es muy importante porque lo que hace es evitar la salida y el ingreso del germen. El lavado de manos también debe ser importante y el distanciamiento social debe ser respetado, o la permanencia escasa de tiempo en una reunión si no es en burbuja", explicó.

Consultado sobre la importancia de la ventilación como una de las formas para prevenir la transmisión del virus y sobre la cual numerosos especialistas vienen pidiendo mayor comunicación de este aspecto, el infectólogo señaló que no hay que relajar las demás formas de prevención. "La ventilación se habla desde el principio, que los ambientes deben estar correctamente ventilados y que la mayor cantidad de actividades deben ser al aire libre, en espacios abiertos. No obstante, ya comprobada la transmisión también por aerosoles, se ha insistido mucho en otras metodologías. Pero airear el ambiente no significa que uno deba relajar lo otro, que es principal y fundamental. Hay que ser conscientes de eso, pero de la mano de eso vienen las otras prácticas. El ambiente laboral no es la mayor forma de transmisión, sino que es la domiciliaria", reflexionó.

Por otra parte, Díaz agregó que desde el Ministerio de Salud provincial se están haciendo gestiones para contar con medidores de dióxido de carbono (CO2), los cuales permiten medir la renovación del aire en ambientes cerrados, aunque subrayó que no deben ser una condición para la habilitación de los ambientes.

"Creo que que no va ser lo más importante. Va a ser un elemento más de control, no es una condición la disponibilidad de un aparato para que un lugar esté abierto. El Ministerio de Salud está trabajando en estudiar esto, ver distintos proveedores que podrían entregar estos equipos y también la posibilidad de adquirir la materia prima para que los equipos sean ensamblados acá. Está en los planes como muchas otras cosas. A lo largo de la pandemia se han propuesto numerosas medidas como los sanitizadores, dispositivos para los pies, la ozonificación de los ambientes y otras cosas que con el tiempo se demostraron que no servían. Lo que sí ha demostrado efectividad es el distanciamiento, el lavado de manos y el uso del barbijo", fundamentó.

"Si lo trasladamos a un hospital o un centro asistencial, más allá de que tenemos ventilación, los pacientes no están con la ventana abierta. Y lo más importante en evitar la transmisión fue el uso de los equipos de protección personal. El aerosol es una forma más de transmitir el virus, airear los ambientes y el empleo de dispositivos de medición serían un elemento más. Pero no es una condición. Supongamos que en una escuela donde las condiciones de aireación son óptimas, hay una serie de cosas antes de tener un aparato que mida el dióxido de carbono. Hay que trabajar las normas, los protocolos. No se puede centrar la prevención en un aparato. Sería un elemento más", agregó.

Concentración de vacunas

Respecto a algunas críticas a las Organización Mundial de la Salud (OMS) por su rol en la información de las medidas de prevención, analizó que "la OMS emite protocolos para todo el mundo, por lo tanto las normas deben ser accesibles tanto para los países más pobres como los más desarrollados".

"No es lo mismo la mirada que pueden tener Estados Unidos, Canadá o Francia que Bangladesh. Son situaciones distintas", dojo. 

"El mismo énfasis se debería poner en decir que el 80 por ciento de las vacunas están en países rico y el 20% restante en la mayoría de los países pobres. La grieta en torno a las vacunas y a lo preventivo de la pandemia es notable", dijo sobre las críticas.

Creo que el tema de la eficacia de una vacuna es una discusión científica que se debe dar en el ámbito científico con argumentos sólidos. Todas las vacunas disponibles tienen una eficacia superior al 70 por ciento, que superan ampliamente lo aconsejado. De manera que cualquier vacuna que se disponga, hay que colocársela, independientemente de la marca.

Finalmente, sobre las críticas que recibió la vacuna Sputnik V por sectores de la oposición política, manifestó: "La publicación de los fabricantes, el Instituto Gamaleya, estaba disponible, más allá de la publicación en The Lancet. Acá hubo una cuestión comercial o política, en lo que no me voy a meter. Lo concreto es que hay una campaña que está en marcha", concluyó.