El presidente de Chile, Sebastián Piñera, seguía este martes sin acertar con una estrategia para aplacar las multitudinarias protestas que afectan al país desde hace 12 días, lapso en el que 20 personas murieron, cientos resultaron heridas y 9.203 detenidas.

Miles de personas volvieron a reunirse por la tarde en la Plaza Italia, de Santiago, mientras fuerzas de Carabineros impedían el paso de los manifestantes hacia el Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno, que estaba completamente cercado.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) denunció que uno de sus observadores fue herido por siete balinazos disparados por carabineros durante una manifestación de protesta en el centro de Santiago y tuvo que ser trasladado hacia un centro asistencial.

En la Alameda se repitieron las escenas de barricadas, pequeños incendios, corridas y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

Los manifestantes portaron muchas banderas chilenas y de pueblos originarios, además de números carteles con consignas “Renuncia Piñera”, “Nueva Constitución”, “Chile despertó”, entre otras.

El veedor resultó herido en cercanías de la Plaza Italia, sobre La Alameda, la arteria que conduce a la sede del Gobierno.

El colaborador del INDH fue retirado del lugar por sus colegas y trasladado a un centro asistencial, informó el Instituto en su cuenta de Twitter.

El INDH es un organismo autónomo financiado con fondos públicos y desde el pasado 18 de octubre, cuando comenzó el estallido social en Chile, se encarga de difundir reportes sobre muertos, heridos y detenidos.

También hizo públicas múltiples denuncias sobre las acciones violentas de las fuerzas de la represión y otros delitos, como abusos sexuales, detenciones ilegales, aplicación de torturas y toda clase de maltratos.