Carlos Alberto Pérez (42), dibujante y pintor que nació con una enfermedad que lo confinó a la silla de ruedas, se encuentra internado en terapia intensiva del Hospital Iturraspe por una afección pulmonar.

Si bien se encontraba evolucionando favorablemente, este miércoles le detectaron nuevamente líquido en uno de sus pulmones, por lo que su familia pidió cadena de oraciones para rezar por su salud.

La historia de Carlos se volvió un ejemplo de lucha luego de que en 2018 el proyecto Arquitectos Sociales lo premiara por su “fortaleza ante la adversidad” y se volviera pupilo del retratista Oscar Quaglia, en su afán de mejorar su pasión: el dibujo y la pintura.

Silvina Pérez, hermana de Carlos, le contó a El Periódico que el hombre comenzó con problemas respiratorios hace una semana y por ello fue internado en el Hospital local. “Se dieron cuenta que tenían líquido en un pulmón, le hicieron una punción, eso lo mejoró mucho, pero hoy nos dieron el parte médico y le volvió líquido al pulmón, así que están haciendo estudio para saber cómo va a seguir el tratamiento. Él es también paciente de hemodiálisis, y hace dos meses y medio falleció un hermano nuestro, se le juntaron muchas cosas, muchas emociones y problemas”, contó la mujer.

Si bien Carlos se encuentra consciente, su situación es delicada. “Por ahora hay que rezar-pidió su hermana-, su evolución venía siendo buena, esperemos que pronto pueda mejorar”. A la vez, la mujer agradeció la gran cantidad de apoyo y aliento de vecinos de la ciudad como así también destacó la atención de los profesionales del nosocomio.

Carlos Pérez enfrenta una nueva adversidad y su familia pide cadena de oración
Carlos junto al maestro y tutor, Oscar Quaglia. 

Su historia

Carlos nació con una enfermedad denominada mielomeningocele o espina bífida que le impidió la movilidad en las extremidades inferiores y también atacó su sistema renal.

Si bien la enfermedad lo dejó en silla de ruedas, no le impidió dedicarse a su pasión: el dibujo y la pintura. Su historia llegó a oídos del retratista Oscar Quaglia, que lo adoptó como pupilo. Junto a él han realizado exposiciones y charlas motivacionales.

“Siempre estuve en silla de ruedas y esto de la pintura lo descubrí a los 5 años. Como no podía hacer otras cosas como cualquier chico mi pasatiempo era ese: el dibujo y la pintura”, le había contado a El Periódico en una entrevista.