Un delincuente intentó robar este miércoles una pastelería ubicada en calle 9 de la ciudad de Frontera pero fue reducido por el propietario, su esposa y vecinos que colaboraron para que no huyera hasta la llegada de la Policía, según pudo conocer El Periódico.

El hecho se produjo alrededor de las 18.15 en un local, un emprendimiento familiar que fue inaugurado el pasado miércoles. Alejandra, que trabaja en la pastelería junto a sus padres relató el suceso que le tocó vivir en primera persona: “Yo estaba del lado de producción y escuché que abrieron la puerta, me asomé, vi un hombre entrar y cuando me pongo el barbijo ya lo tenía al lado mío detrás del mostrador. Me empezó a hablar despacio para no llamar la atención porque mi papá estaba lavando los platos. Empezó a decirme que le dé la plata y me empezó a amenazar que tenía un arma”.

La mujer pudo gritarle a su padre que reaccionó rápidamente y arrinconar al delincuente. “Empezaron a forcejear y el ladrón manoteó un cuchillo que había arriba de la mesa pero por suerte se le cayó-continuó la mujer-, entonces mi papá lo pudo retener, justo salió mi mamá que también lo ayudó a sostenerlo y yo salí a la calle a pedir ayuda”.

Ante los gritos de la mujer varios vecinos ingresaron al local para retenerlo y filmar el rostro del ladrón que se viralizó en las redes sociales.

Amenazas

“Al principio comenzó a decirnos que no tenía para darle de comer a sus hijos, que estaba perdido en la droga, algunos lo filmaron y nos empezó a amenazar que cuando apenas saliera nos iba a volver a robar, que nos iba a matar, no solo a nosotros sino a todos los vecinos de la cuadra”, contó la mujer sorprendida.

Luego llegó la Policía de Frontera que lo esposó y mientras lo intentaba subir al móvil, el frustrado ladrón continuó amenazando a los presentes.

Según vecinos y testigos, el sujeto detenido sería un viejo conocido de la zona que ya habría robado en varios comercios del sector.

“Es la primera vez que nos pasa algo así, recién el miércoles pasado inauguramos el local y a la semana nos pasa esto. Lo nuestro es un emprendimiento familiar porque mis papás que trabajaban en la terminal de ómnibus con transporte quedaron sin trabajo. Para rebuscarnos surgió lo de la pastelería en casa y llegó tan lejos que logramos tener un local propio”, narró Alejandra.

La mujer todavía se encontraba conmocionada por el hecho y pensando qué medidas de seguridad tomar pese a que la Policía de Frontera les prometió protección.