“El de la torta, la torta”, trata de definir con algo de nerviosismo y simpatía un camionero que se somete al test del olfato en uno de los tres controles ubicados en los accesos a San Francisco. La esencia que tiene frente a sus narices es de vainilla, de ahí surge la relación con su respuesta. También hay de menta, la que suele vincularse a los caramelos cuando no hay una contestación precisa de parte de un conductor.

Más de uno de los encargados de realizar estos controles todavía recuerda la llegada de las primeras ambulancias sobre el corredor sanitario de avenida Maipú, donde viajaban personas con síntomas de Covid-19. ¿A quién le toca?, se preguntaban con temor.

Controles 24 horas en los accesos: tránsito intenso, algunos enojos y unas cien personas que rotan cada día
Parte del equipo de trabajo del intendente Ignacio García Aresca.

Quienes llevan adelante la tarea de resguardar el ingreso a nuestra ciudad ante la pandemia del coronavirus, cuentan a El Periódico que situaciones como estas, entre muchas otras, se suceden a diario.

Desde el 13 de marzo, una semana antes de decretarse el aislamiento preventivo y obligatorio a nivel nacional, la Municipalidad decidió comenzar a controlar y así –con el correr de los días- fueron ubicándose tres puestos en lugares clave: el cruce de rutas 158 y 19, la avenida Maipú en su intersección con Los Inmigrantes y Universidad; y sobre ruta 19 pero en jurisdicción santafesina frente al acceso a la localidad de Josefina.

Vienen y van

“No te imaginás la cantidad de vehículos que quieren entrar a la ciudad, la cantidad de camiones”, sostiene sorprendido el secretario de Servicios Públicos municipal, Hobey Salvático, también jefe del cuerpo de Bomberos Voluntarios. Junto a otros funcionarios, se encuentra parado en medio de la 19, en el acceso a Josefina.

Es de noche, aunque un reflector le pone claridad a una pequeña mesa de bar que promociona una reconocida cerveza, pero allí arriba no hay copas para brindar ni un maní para acompañar. No hay tertulia, todo lo contrario. Arriba de la chapa blanca sostenida por cuatro patas de caño solo están las esencias para el test de olfato, también el medidor de fiebre y un pote de alcohol en gel que se va renovando por el constante uso. El objetivo es uno: que el virus que mantiene en vilo al mundo no ingrese a nuestra zona.

Para tener una idea de lo que sorprende a Salvático, a la ciudad pretenden ingresar entre 180 y 200 camiones diariamente. No vamos a descubrir ahora la importancia de la ruta 19 en el tránsito entre Córdoba y Santa Fe.

“La primera noche de control fue el 13 de marzo, empezamos una semana antes que el resto del país y al momento nos dio como resultado poder evitar el virus comunitario en la ciudad, remarcó el secretario de Servicios.

LOS QUE REBOTAN

La mayor atención está puesta en quienes llegan de las llamadas zonas rojas como Córdoba o Buenos Aires. Si no pueden justificar la necesidad de ingresar y cuentan con los permisos de circulación, no se les permite pasar y no son pocos los que tienen que pegar la vuelta.

Junto a él hay otros funcionarios participando de esta tarea, que también realizan empleados municipales de las distintas áreas, dos concejales opositores: Cristian Canalis (UCR) y Andrés Romero (Córdoba Ciudadana) y Gabriel Vicentini, tribuno de cuentas de Córdoba Cambia, si bien no lo hicieron los concejales de este bloque, que no participan de las actividades organizadas. A ellos se le suman efectivos policiales de la fuerza provincial y también federales.

El frío no frena

Camperones, gorros, bufandas y barbijos tratan de frenar el frío de otoño de los últimos días, pero cuando hay viento sur no hay indumentaria que lo combata.

Los controles están dispuestos las 24 horas porque el tránsito es todo el tiempo. Para resguardarse, en el puesto ubicado en la jurisdicción santafesina hay un motorhome, con cocina, heladera, unas mesitas y un sector para descansar. En los demás puestos hay un colectivo del transporte urbano de pasajeros, que hoy no presta servicio, aunque sin tantas comodidades.

Controles 24 horas en los accesos: tránsito intenso, algunos enojos y unas cien personas que rotan cada día
En una mesa de bar se encuentran los elementos para los diferentes test. 

El menú en todos es sencillo: tartas, pizzas y milanesas napolitanas que llegan por un servicio de delivery. Mucho mate y café para que el cansancio no llegue. 

Rodrigo Buffa, de la Secretaría Privada de Gestión Institucional, destacó la actitud de los empleados municipales, sobre todo de las áreas abocadas al tránsito y la salud, e indicó que desde el inicio de los controles van rotando en los puestos entre 90 y 100 personas. “La idea es que no entre gente que no sea de la ciudad sin una necesidad cierta”, resumió.

Tres sectores divididos y diversas reacciones

En los horarios pico, desde las 8 a las 21, el ingreso oeste está destinado a vehículos pesados y livianos, los primeros lo hacen por el cruce de rutas mientras que el resto por un desvío ubicado detrás del puesto de la Policía Caminera.

Sobre el ubicado sobre avenida Maipú son desviadas ambulancias con pacientes que deben ingresar al Hospital Iturraspe, más los vehículos que provienen del norte de San Justo.

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Son los controles en accesos: cruce de rutas 158 y 19, avenida Maipú, y ruta 19 frente al acceso en Josefina, del lado santafesino.

Y en el acceso a Josefina se controla el tránsito proveniente de Santa Fe. En todos se exige el certificado de circulación extendido por la Nación (que debe actualizarse) con el código QR, lo que mejoró el registro ya que en un principio los funcionarios aseguraron que se detectaron permisos truchos y declaraciones juradas incompletas, lo que complotaba contra el trabajo.

Controles 24 horas en los accesos: tránsito intenso, algunos enojos y unas cien personas que rotan cada día
En este acceso, quienes hacen el control se resguardan en un motorhome equipado. 

El ojo, en tanto, se pone sobre todo sobre las personas que provienen de las llamadas “zonas rojas”, que por el momento no van a poder ingresar a San Francisco a menos que estén domiciliados en nuestra ciudad o siguiendo el protocolo del COE para los camiones que deben cargar o descargar mercadería, los que deben ser escoltados desde su ingreso hasta su salida.

 Reacciones

El secretario de Gobierno, Damián Bernarte, indicó que son variadas las reacciones de los conductores: “Hay gente que entiende, muchos llegan sin la documentación correspondiente y se dan cuenta que están flojos de papeles. Después están aquellos que se enojan y reclaman”, indicó respecto a los transportistas.

La misma situación compartió Brian Garnica, empleado municipal de Josefina, que también colabora ya que existe un convenio entre esta comuna, nuestra ciudad y Frontera: “Los inconvenientes surgen con los camioneros que no quieren dar la vuelta para no atrasarse, ya que tienen que ingresar por el cruce de la 19 y la 158, pero los móviles los acompañan”.

Controles 24 horas en los accesos: tránsito intenso, algunos enojos y unas cien personas que rotan cada día
Los oficiales de la Policía Federal participan de los controles. 

Salidas fuertes, insultos y alguna que otra reacción suelen ser comunes ante los “rebotes” para ingresar, que suelen ser varios: “El criterio es sanitario, quienes se enojan deben ponerse en el lugar de los vecinos de la ciudad, siempre se tiene más cuidado con personas que vienen de lugares donde hay circulación comunitaria del virus. Alguien que se larga a venir de Buenos Aires, por ejemplo, sin poder acreditar por qué razón viene a la ciudad sabe que corre el riesgo de rebotar. La gente en la mayor parte de los casos lo termina entendiendo”, explicó Bernarte. Y agregó: “No es que somos marcianos y somos el único lugar en el mundo donde se controla. Estamos pasando por cosas que hace un tiempo parecían impensadas”.

Más allá de algunos conflictos, la cantidad de días que llevan instalados en el lugar generó conocimiento en quienes van y vienen a cada momento, lo que terminó favoreciendo la tarea.


Funcionarios al control

La tarea de si el funcionario o concejal debe estar o no en estos controles, tras una polémica suscitada semanas atrás ante la negativa a participar por parte de los concejales de Córdoba Cambia, es también tema de conversación en los controles.

Para Salvático, se trata de una “tarea extra” que se toma con compromiso. “Hablamos de salvaguardar a la ciudad, los que nos propusimos. Para mí es una satisfacción poder decir que colaboré en controlar que por el momento el virus no ingrese a la ciudad”, señaló.

Según Bernarte “es un momento excepcionalísimo en la historia universal”, lo que amerita que se hagan cosas que no estaban programadas y que resultan necesarias. “Venimos a colaborar y si hay problemas graves está la Policía Federal e intervienen fuerzas de seguridad. Prestamos este servicio a la comunidad porque es parte de la tarea que cumplimos”, consideró.