Entre plumas, brillos y máquinas de coser: las mujeres detrás de escena en una comparsa
Son las que menos se ven, pero pasan horas de todos los días trabajando en el vestuario y los detalles de la agrupación de la que participan más de 100 personas. Son unas 12 mujeres, bailarinas, madres y hasta abuelas que “se cargan la comparsa al hombro” para que no falte nada y los bailarines solo se dediquen a alegar a los espectadores.
En el salón de la Comparsa Sueños de Luna, ubicado en uno de los viejos galpones del ferrocarril, sobre 9 de Septiembre a la altura de Liniers, mientras suenan los bombos y los tambores y los bailarines y bailarinas ensayan sus pasos, un grupo de mujeres se encuentra en el interior frente a una amplia mesa de trabajo con su manos ocupadas en máquinas de coser, pegando lentejuelas, acomodando plumas y, mate de por medio, charlando y pasando el rato.
Ellas, algunas bailarinas, otras madres de estas y hasta abuelas, son las que se encargan de los detalles en la vestimenta de la comparsa y trabajan denodadamente durante varias horas para que todo sea perfecto en cada presentación.
La comparsa, que lleva 10 años de trayectoria y es un símbolo de barrio La Milka, cuenta con esta docena de colaboradoras cuya alegría es disfrutar del carnaval, aunque detrás de escena.
Josefa, Lorena y Gisela son tres de esas mujeres que suelen quedarse hasta altas horas de la madrugada, sobre todo cuando se aproximan los fines de semana y la agrupación tiene una presentación.
De costureras hasta niñeras
Josefa es la mamá de Pablo Albarracín, director de Sueños de Luna, y si bien acompaña a su hijo desde los inicios, ahora jubilada y recuperándose de un grave accidente, colabora con la agrupación.
“Me gusta estar en compañía de los chicos, vengo a coser, a bordar trajes, pegar plumas, todo lo que se puede hacer respecto a que la comparsa luzca mejor. Y cuando se viaja colaboro llevando agua para los bailarines, para los chicos de la batucada o me quedo a cuidar alguno de los hijos de alguna mamá que baila”, comentó.
Por su parte, Gisela hace siete años que brinda una mano en la comparsa, llevó a su hija a bailar y nunca más se fue. “Empecé a traer a mi nena, le gustó y nos quedamos. Durante el año me cuesta venir porque trabajo, pero en época de carnaval nos ponemos la ‘batucada al hombro’, y trabajamos varias horas. Hasta me llevo cosas a casa para arreglar”, aseguró.
Mientras tanto, Lorena, que reside en barrio La Milka, asiste a la comparsa desde hace dos años. Arrancó como bailarina pero de a poco también se involucró para ayudar con el vestuario y el maquillaje: “Siempre hay algo para hacer, desde acompañar a las chicas, ayudarlas a acomodarse, los trajes; hago costuras aunque no soy costurera pero me defiendo”, dijo.
Además, la mujer reconoció que disfruta pasar el tiempo con la gente de la comparsa: “Siempre estamos en compañía de gente muy buena, tomamos mates, charlamos, nos reímos y en mi caso me olvido del cansancio físico del día. Esta es una gran familia, es algo que me encanta hacer y lo disfruto”.
Muchas horas y largos viajes
Además de las largas horas que las mujeres pasan en el salón de la comparsa, también están los viajes en los que se van rotando siempre para estar cerca de los bailarines y de los chicos de la batucada.
En los últimos dos meses, Sueños de Luna tuvo presentaciones en los más variados puntos de Córdoba y Santa Fe, localidades como Noetinger, Villa Nueva, Laguna Larga, Laspiur, San Agustín, Clucellas, Porteña, y este fin de semana con actuación enSan Francisco.
En el caso de los viajes, suelen comenzar por la tarde de un sábado, por ejemplo, y terminar a las 6 del domingo. “Llegamos muy cansadas, pero con la satisfacción de que a la gente le gustó lo que hizo la comparsa y eso para nosotras es también una alegría”, coincidieron.
Sábado de “Carnavalazo sanfrancisqueño”
Desde las 19 regresa el carnaval que supo organizar el club Atlético Antártida Argentina en San Francisco, al que denominaron “Carnavalazo sanfrancisqueño, para el este cordobés y el oeste santafesino”.
Será con entrada libre y gratuita, en calle Trigueros entre Cervantes y Belgrano. Participarán siete agrupaciones artísticas y habrá un cierre musical bailable.
También habrá sector de comidas, bebidas, espuma loca, baños químicos, escenario, sonido, luces, y un bono de contribución-rifa de $100 con importantes sorteos.
De San Francisco participarán Comparsa Ara Naru, Comparsa Sueños de Luna y Murga Caprichito de Barrio; de la localidad de Esmeralda, Comparsa Dekebais y Batucada Samburu; de Porteña y Brinkmann, El Murgón Regional y de Zenón Pereyra, Comparsa Humorística Vení Tocá y Verás.
La conducción estará a cargo de Fernando Belzagui, como maestro de ceremonias.