Por Marcelo Pighi / Especial para El Periódico

Corría el año 1982 y de lo único que era consciente era de mi guardapolvo blanco, mi portafolio marrón, mis cuadernos, mi casa en Pasteur al 400 en el Barrio Sarmiento. 

El recreo, los juegos en la plaza, los amigos, hacer los deberes, conseguir algunos pesos para comprar un helado de la heladería Río y para el cine los domingos en el cine Sarmiento, generalmente para el matiné o si el almuerzo se demoraba, para la función familiar.

Tenía 12 años y la guerra de Malvinas era para mí solamente unos recortes de diarios que pegaba en un cuaderno que era destinado para llevar cronología de los hechos que ocurrían allá, muy muy lejos en el sur.

Cómo llegó a mis manos un cassette llamado “Tiempos difíciles”, de un tal Baglietto, no recuerdo. Solo era escucharlo mil veces y repetir mil veces las letras de esas canciones. 
Pero en verdad no comprendía qué describían las canciones “Era en abril”, “El témpano” y “Mirta, de regreso”. Eran las tres que más gustaban, por eso adelantaba o retrocedía la cinta y las escuchaba como a hits, que en verdad lo eran. 

Además de no comprender, ni siquiera preguntarme de qué se trataban esas canciones, tampoco sabía que las escuchaban los mayores. En ese momento los “mayores” para mí tenían como 18. Por ese entonces, Juan y su banda, vinieron a presentar el disco a San Francisco, estuvieron en la ya desaparecida confitería bailable “Albatros”. Aún la prensa no los llamaba trova rosarina.

La tapa de Tiempos difíciles.
La tapa de Tiempos difíciles.

Junto a ese cassette había cinco más. “Dynasty” de Kiss, “From here to eternity” de Giorgio Moroder, “Me vuelvo cada día más loca” de Celeste Carballo, “Voulez-Vous” de Abba, y “Canto a la ternura” de Piero. ¡Y los cinco eran originales, no grabados! Fascinante e inolvidable mezcla para mí. 

El colegio secundario llegó y con él otra música. Otra moda, otros estilos, el rock nacional a pleno. Y mis cassettes mencionados quedaron un poco gastados pero bien guardados.

Cuando en 1990 comienzo a trabajar en radio, en FM Contacto por calle Garibaldi al 22, la Trova Rosarina que había grabado ese glorioso “Tiempos difíciles” ya se había separado. Baglietto seguía con su carrera como solista, Silvina Garré y Fito Páez ya eran consagrados como solistas y con una suerte menor Goldín, Abonizio, Lalo de los Santos, Fandermole y Gallardo hacían su propio camino. Pero “Era en abril” y las demás de ese disco seguían sonando en las radios y en cualquier fogón. Juan Baglietto se encargaba de seguir dándoles vida en sus recitales. 

Y las décadas pasaron y ellos siguieron cantando y componiendo, salvo Baglietto que era solo intérprete. Para sorpresa de muchos, en mayo de 2014 Baglietto y Garré anunciaron que regresaban a los escenarios juntos (ellos ya habían grabado un disco como dupla que se llamó “Baglietto-Garré” grabado en vivo en 1989 en el teatro Opera de Buenos Aires), pero ahora estaban otra vez para darle vida a esas eternas canciones. Ese reencuentro de ambos fue la puerta que se abrió para que luego se sumara el resto de la trova (excepto Fito Páez) para futuras presentaciones, y salvo los dos años de pandemia, no pararon. 

40 años de la Trova Rosarina: el cassette que escuchamos mil veces

La gente los desea y espera a todos en un escenario. Y este 2022 vino con el cumpleaños número de 40 de “Tiempos difíciles”. Yo ya no conservo ese cassette porque no soy de acumular recuerdos, pero sí tengo grabado en mis retinas ese arte de tapa único y tan vigente por eso de seguir viviendo “Tiempos difíciles" en nuestra Argentina.