El magnate Elon Musk y el expresidente estadounidense Donald Trump rompieron su alianza política y personal públicamente, en medio de fuertes acusaciones y amenazas económicas que generaron gran revuelo en las redes sociales.

El quiebre entre Elon Musk y Donald Trump se formalizó cuando el dueño de X (antes Twitter) reposteó en su plataforma un pedido de juicio político contra el expresidente y sugirió que fuera reemplazado por el senador J.D. Vance, agregando un contundente "Yes".

El conflicto agrega en Argentina el interrogante de cómo se posicionará el presidente Javier Milei, quien es un confeso admirador de ambas figuras públicas.

Según información de agencias internacionales, el conflicto escaló rápidamente. Durante una reunión con el canciller alemán, Trump expresó su "decepción con Musk" y deslizó la posibilidad de cancelar todos los contratos gubernamentales con SpaceX y Starlink. En su red Truth Social, el expresidente escribió: "La forma más fácil de ahorrar miles de miles de millones es cortar los subsidios a Elon".

Musk no tardó en responder en tiempo real, desafiante: "Adelante, haceme el día". Además, el empresario fue más allá al insinuar que Trump figuraría en los archivos aún no publicados del caso Jeffrey Epstein, lo que, según él, explicaría la falta de transparencia de la Casa Blanca sobre ese escándalo.

La ruptura se dio a los pocos días de una despedida privada en el Despacho Oval, donde Trump le había entregado a Musk una llave simbólica en reconocimiento a su labor al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Ambos habían compartido eventos de campaña, vuelos en el Air Force One y estadías en Mar-a-Lago.

Sin embargo, el proyecto económico impulsado por Trump, denominado "Enorme y Hermoso Proyecto de Ley", generó fuertes críticas de Musk, quien lo tildó de "repugnante abominación" y advirtió que incrementaría el déficit fiscal. El punto de quiebre habría sido la reversión de los créditos fiscales para vehículos eléctricos, una medida que impacta directamente a Tesla, la empresa de Musk.

Trump contraatacó retirando la nominación de Jared Isaacman, impulsado por Musk para dirigir la NASA, y lo describió como "un absoluto demócrata". Tras este cruce, las acciones de Tesla cayeron más del 10%, lo que añadió más tensión al escenario. Lejos de ceder, Musk afirmó: "Sin mí, Trump habría perdido la elección. Qué ingratitud".

Esta disputa entre dos de las figuras más influyentes a nivel global se transformó en una guerra abierta en redes sociales, dejando incertidumbre sobre el futuro político y financiero de ambos protagonistas.