El presupuesto de la SIDE se disparó un 68% en cinco meses y los gastos reservados aumentaron un 254%
El Poder Ejecutivo optó por una estrategia de aumentar el presupuesto de manera gradual, para que los montos pasen "por debajo del radar de la oposición".
Mientras el Gobierno nacional aplica un fuerte ajuste en distintas áreas del Estado, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) experimentó un crecimiento significativo en su presupuesto durante los primeros cinco meses de 2025. El presupuesto global del organismo trepó un 68%, pasando de $48.253 millones a $80.872 millones. El rubro de gastos reservados, en particular, tuvo un aumento exponencial del 254%, según datos oficiales publicados por el Ministerio de Economía.
Un informe del diario La Nación detalló que en enero pasado, los gastos reservados de la SIDE totalizaban $3.794 millones y, cinco meses después, alcanzaron los $13.436 millones. Esta partida representa el 17% del presupuesto del organismo y su uso es secreto por razones de seguridad nacional, quedando su control a cargo de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia del Congreso.
Aumentos presupuestarios y reacción en el Congreso
El incremento presupuestario de la SIDE y sus gastos reservados se ejecutó a través de dos medidas. La primera fue el DNU 186/25 de marzo, que autorizó una suba de $1.625 millones para gastos reservados dentro de un aumento global de $7.366 millones para toda la SIDE. El segundo aumento, más polémico, se dio por medio de una decisión administrativa publicada el 5 de mayo de 2025, mediante la cual el Gobierno incrementó en $25.000 millones el presupuesto del organismo, de los cuales poco más de $8.000 millones se destinaron a gastos reservados.
También se registró un aumento considerable en la partida destinada a bienes de uso del organismo, que trepó a $7.685 millones, lo que representa un incremento del 1560% en cinco meses. En su momento, fuentes oficiales cercanas a la central de inteligencia afirmaron a La Nación que la suma no era considerable, teniendo en cuenta que “las inversiones en tecnología son caras, a precios internacionales”, y adujeron que otras administraciones provinciales también gastaron “millones” en adecuar su tecnología de inteligencia en el pasado reciente.
Ninguna de las dos disposiciones –el DNU 186 y la decisión administrativa 10– tuvo tratamiento en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo. No obstante, los legisladores de la oposición que integran la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia, presidida por el senador Martín Lousteau, tomaron nota del asunto. La semana próxima, tienen previsto reunirse y no descartan citar al titular de la SIDE, Santiago Nieffert, para que rinda cuentas sobre el destino de esos gastos.
Preocupación por posible espionaje interno
La solicitud de citación del jefe de los espías fue impulsada por el diputado Pablo Juliano (Democracia para Siempre) a raíz de una revelación periodística de La Nación que informó que el Plan de Inteligencia Nacional (PIN) elaborado por la SIDE para los próximos años podría abrir la puerta al espionaje interno.
Según La Nación, algunos de esos lineamientos reafirman prioridades de gestiones anteriores, como la prevención del terrorismo y la lucha contra el crimen organizado o velar por los intereses argentinos en el Atlántico Sur y el sector antártico. Sin embargo, el documento también entreabrió la puerta a eventuales tareas de espionaje interno que podrían recaer sobre periodistas, economistas y todo aquel que cuestione al presidente Javier Milei o a sus funcionarios.
Asimismo, a fines de enero de 2025, la SIDE emitió una directiva secreta que ordenaba “identificar y monitorear” a todos los “grupos sociales vulnerables” de Argentina y a cualquier “actor no estatal” que pudiera capitalizar la “creciente polarización política para expandir su influencia” en el electorado local. Esta revelación, también publicada por La Nación, lleva la firma del director general de Operaciones del organismo, Diego Kravetz.
En medio de esta controversia, cobra dimensión el aumento otorgado a los gastos reservados de la SIDE en apenas cinco meses. De todas maneras, esta cifra –poco más de $13.000 millones– todavía está lejos del presupuesto que originalmente pretendía otorgarle la Casa Rosada al organismo de inteligencia.
El año pasado, el asesor Santiago Caputo impulsó el DNU 656/24, que aumentaba en $100.000 millones los gastos reservados. Sin embargo, la medida generó un gran revuelo en el Congreso y fue el primer DNU rechazado por ambas cámaras desde la reforma constitucional de 1994. La decisión de los legisladores obligó a la SIDE a devolver los $100.000 millones asignados, formalizándose la devolución en diciembre de 2024 a través de otro DNU.
Luego de este revés, el Poder Ejecutivo optó por una estrategia de aumentar el presupuesto de la SIDE de manera gradual, para que los montos pasen "por debajo del radar de la oposición".