Ante la imposibilidad de obtener dólares genuinos, el Gobierno nacional tomó nueva deuda por U$S 2.000 millones para sumar a las reservas del Banco Central.

Lo hizo a través de una operación denominada REPO en la cual convalidó una tasa de interés de 8,25% anual para obtener fondos hasta abril de 2027.

El REPO es una transacción en la cual quien pide el dinero pone en garantía un título que se compromete a recuperar a un plazo y a una tasa determinada. En este caso utilizó como garantía el BOPREAL Serie 1-D. De la operación participaron siete bancos internacionales.

La tasa de 8,25% anual es 55 puntos menor a la pagada en una licitación similar que se realizó en enero y que fue utilizada como puente mientras se llevaba adelante la negociación con el FMI.

En esa oportunidad participaron los bancos Santander, ICBC, JP Morgan, BBVA y Citibank, y se tomaron U$S 1.000 millones a 28 meses a una tasa de 8,8% anual. En ese momento el Riesgo País se ubicaba en 630 puntos básicos, levemente por debajo del actual que es de 666 puntos. Los dos bancos que se sumaron no fueron comunicados.

Este nuevo endeudamiento forma parte de la estrategia planteada por el gobierno para capitalizar el Banco Central cuando a mediados de abril comunicó el acuerdo con el FMI.

Luego de la colocación el 28 de mayo del BONTE 2030 (de buena recepción entre los inversores por el rendimiento ofrecido, 29,5% anual) Economía consideró que estaban dadas las condiciones para cerrar una nueva colocación con bancos bajando la tasa de interés.

Esta licitación lleva el monto total de nuevos créditos en moneda extranjera tomado por el gobierno de Milei a U$S 19.000 millones. Divididos de la siguiente manera: U$S 12.000 del FMI, U$S 3.000 entre el Banco Mundial y el BID; U$S 3.000 en REPO y U$S 1.000 en BONTE.

No obstante, cabe aclarar que no significa que la deuda pública se haya incrementado en ese monto, ya que tanto el préstamo con el FMI, como el BONTE fueron utilizados para cancelar vencimientos en pesos (en el caso del FMI significó un cambio de acreedor porque la deuda paso del BCRA al FMI y de moneda, ya que pasó de pesos a dólares).

Al cierre de este miércoles las reservas brutas del Banco Central se ubicaron en U$S 38.531 millones, aun sin reflejar el impacto de esta última colocación.

Este ingreso viene a suplantar en parte los U$S 2.000 millones que debía enviar el FMI como conclusión de la primera revisión del acuerdo en curso y que fue postergada para finales de julio.

Los analistas económicos se encuentran divididos acerca de la estrategia del gobierno para fortalecer el Banco Central. Quienes critican este tipo de operaciones consideran que la tasa que se está pagando es alta y, por otro lado, consideran que no solucionan el problema de fondo de acumulación de reservas porque son “dólares alquilados”.

Sin impacto

La condena a prisión de Cristina Fernández de Kirchner no tuvo mayor impacto en los mercados financieros. Las operaciones de este miércoles se encuadraron dentro de lo habitual para una rueda de negocios.

Las especulaciones acerca de una caída abrupta del Riesgo País o de un fuerte aumento de los activos argentinos no se produjeron.